Daniel Hernández se adentra en el barrio de Tetuán, cuna de los terroristas del 11-M

  • Barcelona, 21 feb (EFE).- El productor y director Daniel Hernández debuta en el cine de ficción con su primer largometraje, 'Chicos normales', con el que se adentra en el barrio de Tetuán de Jamaa Mezwak, donde crecieron cinco de los terroristas suicidas de los atentados del 11-M en Madrid.

Barcelona, 21 feb (EFE).- El productor y director Daniel Hernández debuta en el cine de ficción con su primer largometraje, "Chicos normales", con el que se adentra en el barrio de Tetuán de Jamaa Mezwak, donde crecieron cinco de los terroristas suicidas de los atentados del 11-M en Madrid.

"Chicos normales" se construyó a partir de las experiencias de los jóvenes del barrio, buscando perfiles que se parecieran a los de los suicidas de Leganés, que en su vida en Marruecos eran "chicos normales".

Tras el cásting, fueron seleccionados los tres jóvenes con mayor capacidad dramática: El-Khader, un idealista que sueña con llegar a ser actor; Rabia, una estudiante de Derecho que se gana la vida cosiendo, y Youssef, una persona enferma pero que su familia no puede permitirse pagar el tratamiento médico que necesita.

En una entrevista concedida a Efe, Hernández ha dicho que "cuando fuimos a documentarnos en el barrio de Tetuán vimos que sin entender la realidad local era difícil hacer un documental y, en cambio, la ficción era la mejor manera de ofrecer esa realidad sin ningún filtro y que fuera el espectador el que extrajera conclusiones".

La idea inicial, confiesa el director, era "hablar del tema del terrorismo, pero desde una perspectiva alejada del periodismo".

Tras contemplar algunos reportajes y documentales sobre ese barrio de Tetuán, Hernández constató que "siempre eran muy sesgados, porque donde nosotros vemos terrorismo los marroquíes ven una conjura sionista contra el Islám, y así es difícil llegar a un punto de encuentro, aunque si les preguntas por el atentado en concreto te dicen que es una salvajada".

Con la ficción, en cambio, no se produce interpretación, porque "las frases que pronuncian los personajes las ponen ellos".

El título alude, según Hernández, a ese comentario, casi letanía que se oye después de cada atentado en relación a los terroristas: "qué raro, eran unos chicos muy normales".

Se trataba, por tanto, de "ver qué son chicos normales en una situación así, en un barrio suburbial de Tetuán, con mucha pobreza, un análisis casi obligado, porque de otras zonas pobres como el Senegal o Sudamérica no salen terroristas suicidas".

Que los suicidas terroristas surgieran de Marruecos y no de otros países pobres se explica, en opinión del director, por "un cóctel de tres circunstancias: la religión, el peso de la tradición que mantiene separados a hombres y mujeres, y la dictadura política que limita sus libertades".

"Si a una persona le das ilusión, difícilmente se convertirá en un suicida, aunque sea la ilusión de pagar la hipoteca cada mes", proclama.

El director, que lidera junto con otro socio la productora Alea, acaba de obtener su mayor éxito con "23-F. El día más difícil del Rey" (TVE), que, "con siete millones de espectadores se ha convertido en la serie más vista de la televisión en España".

Daniel Hernández considera que "el modelo de las miniseries, con la participación de grandes actores es el camino a seguir por las televisiones y, si tienen audiencia, por mimetismo seguro que todas harán ese tipo de producciones".

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