De Bretón al caso de Moraña: qué se le pasa por la cabeza a un padre para matar a sus hijos

    • En los casos de desnaturalización, el padre ve a su hijo como un medio a su servicio. Suelen asesinarlos para hacer año a su cónyuge.
    • En los casos de malos tratos o en los que median causas económicas, el padre suele ser incapaz de asumir lo que ha hecho y acaba suicidándose.
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Más de 100 niños han sido asesinados por sus padres en los últimos 5 años. España acaba de ser testigo de cómo un hombre ha matado a sus pequeñas de 4 y 9 durante las vacaciones que debían pasar con él, según lo establecido en el régimen de visitas.

Según Iñigo González, criminólogo, hay varios casos en los que un padre o una madre, puede superar el instinto de proteger a los hijos para acabar con su vida.

En primer lugar, están los asesinatos por causas económicas o sociales. "Son padres que se ven desbordadas por la situación. No saben cómo van a alimentar a sus hijos o piensan que pueden ser rechazados por haber traído a un niño al mundo. En el caso de los hombres, se sienten impotentes. Tradicionalmente, el hombre ha sido el encargado de traer el sustento a la familia y, si no puede hacerlo, se desespera. Prefieren matar y, normalmente, suicidarse, antes que reconocer ese fracaso. En el caso de las mujeres, suele estar más asociado a la estigma social. Son embarazados no deseados y se desentienden del niño cuando nace. Muchas abandonan a sus hijos en cubos de basura o desagües. Son personas enfermas que no pueden medir la realidad en su justa medida", explica.

En segundo lugar, están los casos de "desnaturalización". "Son padres aquejados de un trastorno narcisista de la personalidad. Para ellos, los niños nunca han sido un fin en sí mismo, son un medio a su servicio. En consecuencia, se sienten legitimados para utilizar a los niños para lograr sus intereses. Es muy claro en el caso de los padres que asesinan al niño solo para herir al otro cónyuge. El niño no ha hecho absolutamente nada, pero se sirven de él para hacer daño al otro", continúa el criminólogo. Solo durante el 2015, 26 niños han muerto asesinados durante el régimen de visitas. "Aquí se podrían encuadrar este tipo de crímenes", matiza.

Por otro lado, más evidentes son los casos de malos tratos en los que se acaba provocando la muerte del menor. En este sentido, el psiquiatra Antonio Presto matiza que, al contrario que en los supuestos anteriores, el asesino sí siente remordimiento. "Hay que entender que un maltratador piensa que él está en su derecho a maltratar. Cree que son los demás los que le obligan (por su mal comportamiento, desafíos…), pero él no quiere. Él se ve a sí mismo como una buena persona. A menudo son personalidades muy narcisistas también. Cuando mata a sus víctimas, se arrepiente profundamente. No quiere que los maltratados se vayan de su lado. A menudo no son capaces de asumir lo que han hecho y se suicidan", relata.

Por último, están las personas que sufren alguna psicopatía grave. "Asesinan por funcionalidad, porque no les interesa tener hijos en ese momento o consideran que son un obstáculo para su vida personal. Pueden montar una farsa alrededor del crimen y estar años fingiendo. Jamás se vienen abajo. Son incapaces de empatizar, aunque sí son conscientes de que asesinar es algo malo. Lo que pasa es que les da igual", cuenta Iñigo González.

"Hay mucha discusión sobre si son enfermos mentales o no. Yo creo que sí deben tener algún tipo de enfermedad porque si no, humanamente, soy incapaz de entender que alguien pueda cometer semejante barbararidad", concluye.Los 5 casos más impactantes en España

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