Madrid.- La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, se han enfrentado hoy en el Congreso a cuenta de la destitución de la directora del CIS, Belén Barreiro, particularmente por las circunstancias que rodearon esta decisión.
En la sesión de control al Gobierno, Sáenz de Santamaría ha aprovechado su pregunta semanal a la vicepresidenta para recriminar a De la Vega que hubiera relevado a Barreiro, una medida que según ella obedece su afición al "cese" de "quien les dice a ustedes lo que no quieren escuchar".
A su juicio, el Consejo de Ministros acordó el viernes prescindir de sus servicios "por reconocer en sus encuestas lo obvio: que los españoles cada vez se fían menos del Gobierno".
Sin embargo, al contestar a su pregunta, Fernández de la Vega ha negado tajantemente los reproches de la portavoz del PP respecto a los motivos de la salida del CIS de Belén Barreiro.
"Eso que ha dicho usted del CIS, usted sabe que es una polémica estéril, por falsa, porque todo lo que aparece es mentira", ha proclamado la vicepresidenta.
De la Vega se ha referido a la información publicada hoy por el diario "El País", según la cual ella habría decidido el cese por un encontronazo suyo con Barreiro, tras haberle ordenado que el trabajo de campo del barómetro con intención de voto de julio se hiciera en la segunda quincena del mes en vez de en la primera.
Y ante el pleno del Congreso ha asegurado a la dirigente del PP: "Usted misma recibió información de esta portavoz sobre lo que ha aparecido en la prensa, usted misma la recibió verbal y por escrito, usted y todos los portavoces de la Cámara".
Con estas palabras ha hecho referencia a los contactos que estableció el secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios, José Luis de Francisco, con todos los portavoces parlamentarios, sobre el cambio de fechas en la encuesta del CIS del pasado mes de julio.
Fuentes de Vicepresidencia han asegurado a EFE que De Francisco les explicó que se entendía más razonable abordar el trabajo de campo en la segunda quincena del mes, después de la celebración del debate del estado de la nación, que es el más importante del año, y han remarcado que "no pusieron ningún problema".
Además, según estas fuentes, la información se trasladó no sólo verbalmente sino también por escrito, mediante correos electrónicos.
Tras la polémica dentro del hemiciclo, Soraya Sáenz de Santamaría ha hecho unas declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso para dejar claro que cuando De Francisco habló con ella fue para "dar por hecho" el cambio de fechas, de manera que no se trató de una consulta a su grupo parlamentario.
Además, le recordó que tras la incorporación de Barreiro a la Presidencia del CIS en 2008 este centro había trasladado de la segunda a la primera quincena de cada mes el trabajo de campo de sus barómetros y le apuntó que el cambio de fechas en la encuesta de julio se hacía bajo la exclusiva responsabilidad del Gobierno.
Sáenz de Santamaría, quien ha afirmado no haber recibido ninguna comunicación oficial escrita al respecto, ha atribuido el relevo de Barreiro a "desavenencias" con la vicepresidenta.
En esta línea, ha interpretado que el Gobierno quería hacer la encuesta a finales de julio para distanciarla todo lo posible de las medidas de ajuste que el Ejecutivo había aprobado en el mes de mayo.
Se da la circunstancia de que hoy mismo tomará posesión el nuevo presidente del CIS, el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense Ramón Ramos, en un acto presidido por De la Vega en el Palacio de la Moncloa.
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