¿De qué hablarán Junqueras y Sánchez? En el PSOE pasan del 'abrazo del oso'

  • La oposición tiene claro que el presidente en funciones negocia con los independentistas un pacto de investidura para el mes que viene. 
junqueras sanchez abascal
junqueras sanchez abascal

La pregunta que ha quedado en el ambiente después de la sesión de constitución del Congreso de los Diputados de este martes y el saludo entre Oriol Junqueras y Pedro Sánchez es evidente: ¿De qué tienen que hablar el dirigente de ERC, preso y procesado, y el presidente del Gobierno? El fantasma de un posible entendimiento entre ambas fuerzas políticas ha sobrevolado la jornada, tanto por el doble cruce de los dos dirigentes políticos como por las reivindicaciones de los independentistas catalanes a la hora de jurar el cargo y la permisividad que la nueva presidenta de la cámara ha mostrado.

La aparente normalidad con la que los políticos presos han estado en la cámara, saludando a sus familiares, con teléfonos móviles y hablando con todo el mundo, ha levantado todas las sospechas en las formaciones de la oposición, que ven con mucha claridad que Sánchez necesita negociar con los independentistas al apoyo para su investidura, toda vez que ha quedado claro que con 175 escaños no sale con mayoría absoluta a la primera votación y necesitará una segunda vuelta, en la que es válida la mayoría simple.

Fuentes del PP aseguran que en el acuerdo de PSOE, Unidas Podemos y los independentistas para formar la mesa del Congreso está la prueba evidente de que negocian a mayor escala, algo que incluso no va a poder evitar la suspensión de los políticos presos como diputados que todas las fuerzas de la oposición han pedido. "¿Falta autoridad por parte de la presidenta que admite todo tipo de fórmulas para jurar la Constitución, o es permisividad para contentar a quienes tienen que apoyar una investidura?", se preguntaba un dirigente popular tras la sesión. 

Una vez pasada la sesión, desde ERC admiten que durante el segundo encuentro entre Sánchez y Junqueras, ha sido el propio presidente el que ha mostrado su disposición a estrechar la mano del líder separatista, que se mostraba remiso a hacerlo para no perjudicar a nadie por la manipulación mediática que este tipo de cuestiones suelen levantar. La intención del líder catalán en ese encuentro era felicitar a la nueva presidenta del Congreso, la también catalana Meritxell Batet, algo que no se podía hacer sin pasar por delante de Sánchez. Subió al lado de Gabriel Rufián y al pasar junto a Sánchez le vino a decir: "No te doy la mano por si acaso…", dejándole claro a presidente en funciones que eran el centro de atención en ese momento. Sánchez le respondió con un "no te preocupes, te la doy yo a ti", señalan fuentes muy cercanas a ese momento tanto del lado independentista como del gubernamental. No se le da mayor importancia al momento, en definitiva, en ninguno de los dos sectores.

Sin preocupación en Moncloa

Frente a toda la vorágine de versiones e interpretaciones de esos señalados momentos, desde Moncloa se resta importancia a la conversación entre Sánchez y Junqueras. Fuentes de Presidencia consultadas por La Información enmarcan lo sucedido en un gesto de cortesía y de normalidad del presidente del Gobierno en funciones hacia el líder de ERC en prisión. "¡Cómo no va a dar la mano el presidente a un diputado electo!", exclamaba ayer por la tarde un socialista 'sanchista'. En el equipo de Sánchez tienen claro que no pueden contar con los independentistas como socios de ningún tipo: "Con ellos ni a la vuelta de la esquina", afirman estas fuentes en relación a los nexos con ERC y JxCAT. El entorno de Sánchez remarca el compromiso del equipo socialista con la Constitución y el cumplimiento del Estado de Derecho.

Desde el palacio presidencial, que ya está diseñando la sesión de investidura, afirman que no existe ningún tipo de acuerdo ni compromiso negociador con los exlíderes secesionistas que ayer salieron de la cárcel para acudir a la constitución de las Cortes. Recuerdan los Presupuestos que naufragaron por el 'no' de ERC y el PDeCAT o el fracaso de la elección de Miquel Iceta como senador como los mejores ejemplos para evidenciar que no existen puentes entre el equipo de Sánchez y los independentistas.

¿Afectará ese doble apretón de manos al PSOE a escasas horas de las elecciones municipales, autonómicas y europeas? "Ningún problema", afirma un estrecho colaborador del presidente en relación al intento de la oposición de denunciar una negociación con los presos independentistas. Moncloa tiene claro que se encuentra ante un escenario mucho más favorable que el que salió de la moción de censura, con 123 diputados y con una oposición debilitada y dividida.

Desde el PSOE también quieren quitar peso a la imagen de Sánchez junto a Junqueras y aseguran que el partido seguirá defendiendo la Constitución, como han hecho en todo momento. "En el fondo nuestros diputados son los que más han respectado el acatamiento y no han empleado frases llamativas", añaden fuentes socialistas.

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