Sánchez se niega a entregar su proyecto socioeconómico tras un pulso surrealista

Pedro Sánchez alta doble portada
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EFE
Pedro Sánchez alta doble portada
Sánchez se niega a entregar su proyecto socioeconómico tras un pulso surrealista / EFE

Dijeron que iban a ser negociaciones discretas y han acabado tirándose los documentos privados a la cabeza. PSOE y Unidas Podemos han protagonizado este jueves una de las escenas más surrealistas que se recuerdan en la política española. Una espectáculo en toda regla que supone que la investidura de Pedro Sánchez de este jueves vaya camino del fracaso. Socialistas y morados ni siquiera han estado cerca de la orilla y han naufragado porque el candidato no ha querido entregar a Pablo Iglesias las parcelas de poder que componen el núcleo duro de su proyecto económico y social. Ahora las miradas se dirigen hacia el 23 de septiembre, fecha límite para formar Gobierno, o hacia las segundas elecciones.

Ha sido una negociación al borde del precipicio en todo momento. PSOE y Unidas Podemos han intentado esforzarse por cerrar el primer Gobierno de coalición de la democracia y, además, hacerlo en un tiempo récord, pero este jueves, si nada lo remedia, escenificarán pasadas las 14:25 horas que sus proyectos no son compatibles, al menos con los dos jefes de filas actuales. Pedro y Pablo, Pablo y Pedro son como el agua y el aceite y mantienen posturas muy alejadas para considerarse "socios preferentes".

Si Luis García Berlanga hubiera guionizado los sucedido en estas conversaciones se habría quedado corto. Las negociaciones arrancaban temprano alrededor de una mesa y en un lugar reservado de Madrid. A un lado se situaba Carmen Calvo y María Jesús Montero; al otro Pablo Echenique. Todo hasta ahí bien. Pero al mediodía todo empezó a torcerse. Fuentes de Unidas Podemos afirmaban que las sensaciones no eran buenos y que todo estaba atascado por la negativa del PSOE a ceder. Los socialistas, de momento, guardaban silencio. Pararon para comer y ahí se acabaron las negociaciones reales.

Ya por la tarde hubo tres llamadas entre Calvo y Echenique. Dice el PSOE que  ambas formaciones que lanzaron  Fue en ese moemnto cuando comenzaron a surgir las primeras dudas entre las delegaciones socialista y morada. Un Gobierno de coalición no se negocia mediante 'teléfonos rojos', sino que se hace con papeles. 

A las 19:00 vino la ruptura semidefinitiva. Sánchez descolgó el teléfono y llamó a Iglesias, confirman fuentes de ambas formaciones. ¿De qué hablaron? El candidato le transmitió directamente que no iba a ceder a cargos de Podemos las competencias que le reclamaba en Hacienda, Trabajo, Transición Ecológica e Igualdad. Es decir, que el PSOE no estaba dispuesto a perder el control sobre impuestos, pensiones, empleo, autónomos, pobreza infantil, energía... 'No es no' rotundo a Podemos.

¿Por qué Sánchez se enrocó? Lo habían advertido fuentes de su entorno: en el PSOE descartaban desde un primer momento entregar a sus rivales ministerios considerados "de futuro". Es decir, sobre los que pilotará el proyecto económico y social que presentó el candidato en la tribuna este lunes. A saber: Hacienda, Trabajo, Transición Ecológica e Igualdad. A ello hay que sumar la creciente incomodidad de determinados ministros y cargos del PSOE que veían cómo Podemos estaba "mercadeando" con ministerios. Todo en contra, en definitiva, para un acuerdo. Incluso Podemos ha denunciado que les vetaron en Trabajo por que eran "incómodos para la CEOE".

Para más inri, Telecinco anunció en torno a las 8 de la tarde una entrevista con Pedro Sánchez para las 21 horas. "Pedro Piqueras entrevistará al candidato a la investidura". Minutos después se anuló, aumentando la confusión y mientras Moncloa guardaba un silencio sepulcral. Fue Mediaset quien tuvo que dar explicaciones, afirmando que el gabinete presidencial suspendió a última hora la entrevista y que se aplazaba a noche.

El espectáculo no terminó ahí. El PSOE filtró a las 20:37 un documento en el que Unidas Podemos pedía una vicepresidencia social y cinco de esos ministerios que para Sánchez son trascendentales. Una hora más tarde llegaba la propuesta que lanzó Ferraz: una vicepresidencia para Irene Montero y tres departamentos de menor calado en el futuro Consejo de Ministros. Consecuencia: negociaciones aireadas, malestar por ambas partes y noche sin acuerdo.

Ahora arranca la batalla por el "relato". ¿Quién tiene la culpa de no llegar a un acuerdo? PSOE y UP pelearán por no ser ellos. Pero no todo está perdido. Hay tiempo hasta el 23 de septiembre, fecha en la que se deberá formar Gobierno o se convocarán las segundas elecciones. Mientras eso ocurre la Constitución marca que se producirán "sucesivas propuestas" a la investidura. ¿Habrá tiempo para la reconciliación entre Sánchez e Iglesias?

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