La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha rechazado continuar con el ciclo inversor de 10.000 millones de euros que el anterior Gobierno del Partido Popular preparaba para su presentación inminente y con ello libera miles de millones que podrían haber estado para modernizar las Fuerzas Armadas para destinarlo a otros gastos. ¿La razón? Porque "sencillamente no es viable". Eso sí, y para tranquilidad de los astilleros españoles y los miles de trabajadores que dependían de estos encargos, ha subrayado que se concluirán los proyectos que ya estaban en marcha, como son los casos de las fragatas F-110 y los submarinos S-80.
"Yo no puedo hablar de un ciclo inversor como el que hablaba el Gobierno del PP porque creo que sencillamente no es viable", ha afirmado la ministra en una entrevista con Europa Press, y ha agregado: "Hay que ser realista". En este sentido, ha aseverado en alusión al PP que para ella lo importante es "dar datos y previsiones que se puedan llevar a la práctica" y que no sean "de imposible cumplimiento".
La anterior ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, adelantó el pasado 6 de enero, con motivo de la Pascua Militar, que durante este año se aprobaría un nuevo ciclo inversor del que nunca se especificó su coste total (aunque se calculaba en el sector en torno a unos 10.000 millones) pero sí su tiempo de aplicación, en torno a 15 años. También se apuntaron algunos proyectos que podrían entrar en esta planificación, además de los relacionados con los astilleros españoles y, por lo tanto, solo con la Armada. Ahora, quedan en el aire los desarrollos del Ejército de Tierra (carros de combate, helicópteros y un nuevo sistema de mando y control) y el Ejército del Aire (aviones de entrenamiento o abastecimiento).
Precisamente, al referirse a su predecesora, Robles ha vuelto a cargar contra el equipo de la anterior ministra, María Dolores de Cospedal, porque según ella no se produjo "un traspaso de poderes en el sentido propio de la palabra". "Cuando yo llegué aquí, nadie me explicó ni las operaciones de paz que había en marcha ni siquiera las necesidades que tenía este Ministerio. Por tanto, hemos tenido que hacer un esfuerzo para conocer la realidad", ha explicado. De esta manera, ha pedido que el Ministerio de Defensa sea "un ministerio de Estado", que esté al margen de "los vaivenes políticos y partidistas". Según ha detallado, los Ejércitos están realizando una planificación de sus necesidades hasta el año 2030 que debe "trascender" a lo que haga cada gobierno.
La ministra ha garantizado que su cartera no pondrá en marcha ningún nuevo proyecto que implique acudir a créditos extraordinarios "sin hacer un estudio serio y detallado" de las necesidades reales. "Nosotros nos hemos encontrado aquí proyectos que tenían que haber estado terminados hace años y que por un defecto de planificación o de otro tipo, que yo ignoro en este momento, no se realizaron adecuadamente", ha denunciado.
A lo que sí se ha comprometido la titular de Defensa es a "concluir los proyectos que ya estaban en marcha", como las fragatas F-110 o los submarinos S-80. En lo relativo a los submarinos S-80, ha lamentado que aunque debían haberse entregado en 2015, la previsión de entrega actual es el año 2022.
"Nosotros evidentemente vamos a continuar con ese proyecto, pero nos hubiera gustado que se hubiera asumido algún tipo de responsabilidad", ha dicho la ministra, y ha señalado al anterior Gobierno como el responsable de "fallos" en la planificación que han provocado que algunos proyectos "se estén retrasando tanto en el tiempo".
Por último, ha subrayado "el sentido de la responsabilidad" del actual Ejecutivo, encabezado por Pedro Sánchez, por el que van a continuar con todos estos proyectos iniciados por el PP.
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