El Ministerio de Defensa ha dado orden para circular de forma urgente entre las unidades del departamento una resolución por la que se comunica la prohibición de conectarse a los sistemas de información del Ministerio desde dispositivos electrónicos del fabricante chino Huawei, según han confirmado a La Información fuentes que han tenido acceso a estos envíos. Los mensajes, que según estas mismas fuentes se han distribuido en noviembre desde la Secretaría General del Mando de Adiestramiento y Doctrina bajo el asunto 'Restricciones al uso de los Sistemas de Información del Ministerio de Defensa' y con mandato de enviarse a "todos los órganos de Jefatura", instan a dar máxima difusión entre "las Unidades Subordinadas" a las nuevas restricciones de uso sobre los dispositivos de la marca china.
En concreto, el Ministerio notifica la prohibición de conectarse desde smartphones o tablets de la marca Huawei a las redes y plataformas del Sistema de Información de Defensa -cuya coordinación depende del Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CESTIC) y en última instancia del Estado Mayor- y especifica asimismo que estas restricciones deberán aplicarse también a los accesos al correo corporativo desde dispositivos del fabricante chino.
De hecho, las fuentes consultadas detallan que los mensajes circulados desde Defensa, a través de las direcciones encargadas de la gestión de los sistemas de información, hacen especial hincapié en que los trabajadores que tengan un dispositivo particular de esa marca desde el que se conecten puntual o regularmente a su correo corporativo deberán proceder a su "desconexión inmediata".
Fuentes del Ministerio de Defensa consultadas por La Información en relación a estas notificaciones se han limitado a asegurar que "no hay veto alguno a la compañía" por parte del Ministerio sin aportar más explicaciones sobre el asunto.
La iniciativa se produce en un contexto singularmente agitado para el fabricante chino, sumido en una crisis reputacional por las sucesivas acusaciones de espionaje vertidas desde las administraciones de diferentes países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda y por otros episodios insólitos como la detención en Canadá de la vicepresidenta de la compañía e hija de su fundador, Meng Wanzhou, por la presunta violación del bloqueo comercial al régimen de Irán.
El impacto de esta crisis apenas se había dejado notar en España hasta hace unos meses, como subrayaba en el balance del ejercicio de 2018 el CEO de la compañía, Tony Jin Yong, apoyado en unos datos que mostraban un crecimiento de doble dígito en el país y su consolidación como fabricante líder en el ránking de venta de móviles por delante de Samsung. Sin embargo, la cosa empezó a torcerse a mediados de año cuando la Administración Trump anunció en mayo el bloqueo de todo suministro norteamericano al fabricante chino, justificándolo en los problemas de seguridad y espionaje vinculados a la compañía. Veto que, posteriormente, acabaría levantando.
El vicepresidente de Huawei Mobile Services en Europa, Jaime Gonzalo, admitió hace un par de meses que esa situación provocó en un primer momento una caída de ventas del 30% en los productos del fabricante chino, principalmente por desinformación según la compañía, que se fueron recuperando poco a poco en los meses posteriores hasta llegar a una suerte de punto de equilibrio que Gonzalo no quiso precisar en cifras en su última presentación pública en España.
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