Defensa renueva a la firma de halcones que 'limpia' el cielo para los vuelos VIP

  • Un grupo de halcones de la empresa Falconers Iberia se dedica a evitar que se crucen aves o animales en los aviones Falcon y Airbus oficiales.
Rajoy vuela ya a España tras el fallo detectado en el Falcon, que Defensa califica de "menor"
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Pedro Sánchez se desplazó al FIB en un Falcon de la Fuerza Aérea Española. También ha viajado de Doñana a Palma de Mallorca en un avión similar para asistir a su despacho con el Rey Felipe VI. La Familia Real los utiliza asimismo para sus desplazamientos oficiales. Son los aviones VIP del Grupo 45, unas aeronaves que desplazan a las altas autoridades del Estado, que normalmente tienen base en Torrejón de Ardoz y que para operar necesitan unas condiciones óptimas. Por ello el Gobierno acaba de renovar el contrato para erradicar las aves y otros animales de las pistas de despegue y aterrizaje de este aeródromo desde donde parten o llegan el jefe del Estado, el presidente del Gobierno y sus ministros.

La misión de los especialistas de Falconers Iberia es precisa: controlar, identificar y erradicar los animales "que puedan representar un peligro para el vuelo de aeronaves en la Base Aérea de Torrejón". Las amenazas son, esencialmente, palomas u otros animales que se puedan colar en la pista, por lo que la firma tiene el cometido de "erradicar la fauna de las zonas donde pueda suponer algún riesgo, de forma que se garantice la seguridad de las aeronaves y de los equipos de tierra utilizando los métodos más adecuados en cada caso", según se puede leer en el pliego de condiciones del contrato suscrito este mes de agosto por el Ministerio de Defensa.

El método expeditivo para acabar con esta fauna lo trajeron a España los militares de Estados Unidos cuando, precisamente, se instalaron hace ya cincuenta años en Torrejón de Ardoz. Pidieron ayuda al mayor experto en aves rapaces del país, Félix Rodríguez de la Fuente, e instalaron halcones adiestrados que pudieron acabar de forma definitiva con esas palomas que no deben sobrevolar ningún aeropuerto. Se llamó "Operación Baharí" (halcón en árabe). Desde entonces todas las instalaciones aeroportuarias españolas utilizan estas aves rapaces para garantizar la seguridad de pilotos o viajeros. Ellos son los centinelas de los cielos que espantan a los pájaros.

Falconers Iberia lleva en los últimos años garantizando que ningún ave se cuela en la Base Aérea de Torrejón. Ahora, Defensa renueva para los tres próximos años el contrato a razón de casi 134.000 euros. Esta compañía deberá aportar unas aves de presa debidamente adiestradas, con su identificación correspondiente y con una relación de las capturas de aves que realicen en su trabajo diario. 

El Ministerio de Defensa también exige a Falconers cómo debe ser el procedimiento para erradicar las aves molestas en Torrejón de Ardoz. Así, los halcones pueden volar utilizando las modalidades de altanería (vuelo alto en cetrería) y mano por mano (entre dos cetreros). No existe un número de horas mínimas para el vuelo de los halcones, pero el Gobierno sí que exige a la empresa que tenga en cuenta circunstancias especialmente peligrosas para los aviones, como los periodos de pasos migratorios, las actividades agrícolas o cinegéticas que se realicen en el entorno de la base y que favorezcan el desplazamiento de aves hacia el interior del recinto, las condiciones climatológicas que produzcan efectos similares, la germinación de gramíneas y plantas vivaces que presupongan concentraciones de aves en busca de alimento, las paradas nupciales (en periodos reproductivos) y los primeros vuelos de las nuevas generaciones de pájaros.

Los halcones seleccionados para garantizar la seguridad área de los aviones VIP del Gobierno y la Casa Real deben tener unas condiciones mínimas para poder acabar con aves de grandes dimensiones. No solo se enfrentan a palomas, sino que también tienen que estar en disposición de poder erradicar grandes zancudas, como grullas, otras aves rapaces y planeadoras, gaviotas y córvidos, gansos y otras anátidas, aves esteparias y de hábitos terrícolas, así como estorninos y demás especies de acusado gregarismo. Los halcones estarán a cargo de un cetrero y de un ayudante.

El primer aeropuerto comercial en utilizar halcones para espantar o acabar con palomas y otras aves fue Barajas, en Madrid. Rodríguez de la Fuente también colaboró en este plan para evitar que el vuelo despistado de pájaros pusiera en peligro el despegue o aterrizaje de los Boeing o los Airbus. El naturista adiestró a seis halcones (Minaya, Perla, Durandal, Doña Aldonza, Doña Elvira y Don Mendo) y se puso a trabajar en Barajas. Fue todo un éxito.

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