De besar la estatua de Paquito a la Peñota: el fin de Fernández Ochoa en su montaña

Lola (i), hermana de Blanca, tras conocer que el cuerpo encontrado era de la exesquiadora desaparecida. EFE
Lola (i), hermana de Blanca, tras conocer que el cuerpo encontrado era de la exesquiadora desaparecida. EFE

El cuerpo sin vida de la medallista olímpica Blanca Fernández Ochoa ha sido hallado este miércoles después de que un vecino de Cercedilla informase a los agentes de que hacía unos días se había cruzado con la esquiadora poco antes de que se perdiera su pista y que esta, tras besar la estatua de su hermano, se había santiguado y  le había comunicado que se disponía a caminar hacia el escarpado pico de La Peñota. La noticia movilizó el dispositivo hacia la montaña pero, antes de que los efectivos pudieran peinar el área, un agente de la Guardia Civil fuera de servicio halló un cadáver  que poco después fue identificado como el cuerpo de la histórica del esquí español.   

Francisco Borreguero, sargento de la Guardia Civil, y su perra Xena, un pastor alemán de tres años, habían salido a pasear en su día libre para tratar de ayudar en la misión de rescate. Sobre las 12.30 horas se encontraban en un lugar cercano a la ladera norte del pico, justo en el borde del área de búsqueda y a unas dos horas del punto en el que hallaron el vehículo de la desaparecida, estacionado al menos desde el 25 de agosto en Las Dehesas de Cercedilla. La frondosidad de este terreno, en el límite provincial de Madrid y Segovia, había impedido a los drones tomar imágenes pero el animal, que junto con su dueño forma parte del Servicio Cinológico del instituto armado, dio con el cuerpo de la esquiadora.

Borreguero evitó lanzar suposiciones sobre la identidad o el estado del cadáver, dado que el caso se encontraba bajo secreto de sumario. Los expertos de la Policía Científica y Homicidios no tardaron en llegar a la falta de la montaña y, poco después, los analistas confirmaron que se trataba del cuerpo de Fernández Ochoa que habría fallecido hacía siete días. Tanto la fecha de la muerte como las lluvias que se han registrado en la Comunidad de Madrid explican el estado de descomposición del cuerpo y serán los forenses quienes determinen si esta fue intencionada o fortuita. 

Según han explicado a Efe fuentes de la investigación, la mañana del miércoles, los agentes de Homicidios recibieron información de un vecino de Cercedilla que, por primera vez desde que se inició la búsqueda,  aseguró haber visto a la esquiadora de 56 años pocos días antes de su desaparición, de la que ya se cumplían once días. Aunque el hombre no pudo concretar qué momento se produjo el encuentro, aseguró que la propia Blanca le había trasladado su intención de subir el pico de La Peñota (1945 metros), una de las montañas más importantes de la Sierra de Guadarrama.

El relato de este vecino, aunque sucinto, fue determinante para mover el dispositivo de búsqueda hacia el punto donde finalmente apereció el cadáver. Según el testigo, la olímpica inició su ruta desde la estatua en honor a su hermano Paquito, un monumento erigido en Cercedilla en 2006, poco antes de la muerte del también medallista olímpico, y que lo retrata con los brazos en alto celebrando un título.

"La montaña que ella amaba"

Adrián Federighi, cuñado de la esquiadora y portavoz de la familia, ha afirmado que la deportista ha fallecido en "la montaña que ella amaba". La familia, que cada día afrontaba con mayor dificultad las labores de rastreo, ha mantenido la confianza hasta el último momento. El mismo Federighi describía como un pequeño "clavito" de esperanza la ausencia de una identificación oficial hasta avanzada la tarde del miércoles, por parte de las autoridades que lanzaron una petición de responsabilidad para evitar especulaciones sobre las circunstancias del fallecimiento.

A primera hora de ese mismo día, el portavoz de la familia transmitió su convencimiento de que, en el momento de su desaparición, la exesquiadora, portaba un saco de dormir y alimentos, además de un trozo de queso que compró en un supermercado antes de su marcha. En declaraciones a los medios de comunicación antes de que se reanudara la búsqueda el cuñado de la deportista afirmó que la familia estaba "intercambiando ideas" con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado sobre nuevas rutas a realizar: "Mucha esperanza de que hoy sea el día", apostilló. La jornada del miércoles se inició con el objetivo "cubrir el cien por cien de la montaña y es imposible", según aseguró el propio Federighi. Por ello, se agudizó el reconocimiento de sitios que la familia había visitado hacía tres o cuatro años.

Un dispositivo sin precedentes

El despliegue de medios, humanos y técnicos, por tierra y por aire,  arrancó el domingo 1 de agosto, y se ha convertido en el mayor dispositivo de búsqueda que se ha dado nunca en la historia de la Comunidad de Madrid. Hasta cien agentes de la Policía Nacional, otro centenar efectivosd e la Guardia Civil, veinticinco profesionales del cuerpo de Bomberos han contribuido a la búsqueda de Fernández Ochoa. Además, la afluencia de voluntarios, tanto ciudadanos como miembros de Protección Civil, han apoyado el rastreo durante estos días. 

Para reforzar las batidas sobre el terreno, se desplegaron siete drones equipados con la más avanzada tecnología de captura de imágenes, que se sumaron a los helicópteros que ya sobrevolaban el terreno pautado. Las patrullas de perros adiestrados para el rescate fueron cruciales dada la complejidad del terreno "escarpado, de vegetación muy espesa, con ríos, afloramientos de rocas", según aseguraban los propios agentes del GEO (Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional). 

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