De los pellets al bufete: la red empresarial del juez de Vox forjada en solo seis años

  • Serrano ha participado desde su inhabilitación en seis sociedades dedicadas a actividades muy diversas y en las que ha desempeñado diferentes cargos. 
Serrano y Abascal (VOX) valoran este lunes los resultados electorales
Serrano y Abascal (VOX) valoran este lunes los resultados electorales
EUROPA PRESS

El 'asalto' de Vox al Parlamento andaluz tras lograr 12 escaños y casi 400.000 votos en las elecciones autonómicas del pasado 2 de diciembre  partiendo prácticamente de cero se ha convertido en una sorpresa demoscópica que ni siquiera los más optimistas dentro de la formación pudieron prever y que tiene al menos dos artífices: Santiago Abascal y el juez Francisco Serrano.

Las dudas del partido de extrema derecha respecto a presentarse en unas elecciones en la comunidad 'fetiche' del PSOE eran más que razonables. En los comicios andaluces de hace tres años la formación solo logró 18.017 votos, un resultado que sin duda dejaba pocas ganas de intentarlo de nuevo. Sin embargo, el acto de Vistalegre (Madrid), que congregó a 10.000 personas entregadas, fue el incentivo que propició presentar la candidatura a solo mes y medio de los comicios. 

Pese al fracaso electoral de marzo de 2015, la formación liderada por  Abascal decidió volver a confiar el pasado 2 de diciembre en Serrano, que en esta ocasión cosechó un enorme éxito, pese a estar acompañado en las listas de un buen número de ciudadanos anónimos y sin experiencia política y que su partido no contaba con recursos e  infraestructura. 

La inhabilitación, la clave

Francisco Serrano, que comenzó a ejercer la judicatura en 1990 y que en 1998 fue nombrado magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Sevilla, vio como su vida cambió de forma radical en 2011, tras la condena del Tribunal Supremo a diez años de inhabilitación -finalmente fueron seis, tras anularla el pasado octubre el Tribunal Constitucional- por una polémica sentencia. En esos años, Serrano se volcó en la actividad empresarial, participando como administrador, socio o consejero en seis sociedades de distintos ámbitos, iniciativas de las que se desvinculó de un plumazo -excepto en un caso- entre finales de 2017 y principios de 2018.

En octubre de 2012, poco después de la inhabilitación del Supremo, se convirtió en administrador único y socio profesional de Proyectos e Inversiones Serralba, una sociedad dedicada a la compraventa de bienes inmobiliarios que abandonó a finales de 2017. 

Empresas Franciso Serrano

En octubre de 2015, siete meses después de las primeras autonómicas a las que se presentó, fue nombrado administrador solidario en Bio Wood Andalucía, dedicada a la construcción, que abandonó en febrero de 2018. También en 2016 entró como consejero en XYZ Comunicación, dedicada a la edición de periódicos y la publicidad, firma que abandonó en 2018 antes de que entrase en disolución. Del mismo modo, se incorporó a Bio Wood Niebla, una de las mayores empresas de España dedicada a la fabricación de pellets certificados.

Además, ha sido administrador único y socio profesional del Despacho Serrano Abogados Servicios Jurídicos, una sociedad que fundó y en la que apenas permaneció un año, entre julio de 2017 y junio de 2018. Su mujer, María José Mestre, permanece en el despacho ocupando los mismos cargos que tenía su marido.

En la actualidad, solo aparece ligado a la sociedad Marbella Law Office, con sede en la localidad malagueña de Puerto Banús, que se dedica a la consultoría empresarial. En ella tiene participación el Gabinete Jurídico Fortuny, un despachos de abogados situado a muy poca distancia de la sede del Partido Popular en Madrid. 

Tras seis años fuera de la magistratura, Serrano, crítico con la ideología de género y con todas las políticas que representen a la izquierda y que considera que Vox es el partido que mejor representa a los indignados, volvió a ponerse la toga. Estuvo poco más de un mes destinado en el Juzgado de Familia de Badalona, un brevísimo periodo durante el que fue capaz de imponer 100 sentencias. Después pidió la excedencia para dedicarse de lleno a la política como diputado autonómico de Vox, una labor por la que cobrará como mínimo 3.000 euros.  

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