En el examen sobre su idoneidad

Delgado sortea las críticas del Congreso y dice que desligará la Fiscalía de Sánchez

  • La próxima fiscal general esquivó las referencias continuas al caso Villarejo o sus anteriores reprobaciones como ministra en una sesión bronca. 
dolores delgado
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EP

Dolores Delgado salió victoriosa de su comparecencia en el Congreso para defender su candidatura como fiscal general del Estado. La próxima 'jefa' de los fiscales pasó el examen de su idoneidad pese a que muchos parlamentarios de diferente arco político sacaron a relucir las 'sombras' que le persiguieron en su etapa como ministra de Justicia; esto es: las grabaciones de Villarejo, las reprobaciones en la cámara baja y sus vínculos con el PSOE para evidenciar que su nombramiento no garantizará la imparcialidad en la actuación del Ministerio Público. La candidata de Pedro Sánchez se amparó en el sistema de elección recogido en el Estatuto del Ministerio Fiscal y sentenció: "Mi trayectoria en el Ministerio me avala y he respetado en todo momento la independencia de la Fiscalía".

Se vaticinaba una comisión especialmente bronca por la peculiaridad del nombramiento y así ocurrió. Aunque el foco estuvo en todo momento en el debate de si Delgado está avalada o no para ejercer como máxima representante del Ministerio Fiscal, el primer enfrentamiento se produjo entre Javier Ortega Smith (Vox) e Isabel Pozueta (EH Bildu) por las presuntas torturas que esta última denunció de la Guardia Civil y en la Audiencia Nacional. "Les puedo asegurar con absoluta certeza que se han respetado los derechos humanos en la Audiencia Nacional. Lo digo aquí y ahora mismo", asestó la fiscal, la cual abandonó el Salón de Cánovas mucho más tranquila y relajada que cuando hizo su entrada en el mismo, dado que al término de su comparecencia, lejos de esquivar a la prensa como hizo a su llegada, compartió alguna impresión del desarrollo de la sesión.

No obstante, la cuestión de fondo en la sesión del jueves fue la polémica en torno a su nombramiento al provenir directamente del Ministerio de Justicia. "Estará siempre bajo sospecha", "Han venido a asaltar a la Fiscalía" o "Usted es de desconocido prestigio pero de reconocido desprestigio" fueron algunas de las acusaciones más duras que afrontó la fiscal de Sala por parte de los representantes de las formaciones de Ciudadanos, PP y Vox, portavoz este último que llegó a proponer que se sustituyera el nombre de Fiscalía General del Estado por 'Fiscalía General Socialista'. Esto provocó continuas quejas y malestar entre muchos diputados socialistas algunos de los cuáles afearon que su presencia en la Comisión buscaba "dinamitarla".

"Confíen en el sistema"

Delgado respondió con especial serenidad y templanza que es el conjunto del Estado el que decide quién es el fiscal general del Estado y que, provenir del Ministerio de Justicia, lejos de restarle independencia, le otorga fortaleza. Ni rastro de mención al comisario jubilado, con quien despachó en una comida en octubre de 2009 y que casi le cuesta el cese nada más aterrizar en el Gobierno de Pedro Sánchez. Tampoco habló de las tres reprobaciones que tuvo que afrontar como responsable del Departamento de Justicia y ello pese a que fueron muchos los portavoces que se lo recordaron. "Pueden no confiar en esta candidata, pero confíe en este sistema y en la Constitución", contraatacó la exministra.

De este modo, Delgado superó un escollo más para llegar hacer efectivo su nombramiento por parte del Rey puesto que, pese a las críticas manifestadas en la Comisión de Justicia, su opinión no es vinculante. Tampoco lo era la valoración que hizo de su candidatura el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cuyo presidente, Carlos Lesmes, tuvo que eliminar la parte relativa al examen de su idoneidad que trasladó a los 20 vocales para tratar de evitar, sin éxito, el temido cisma. Delgado consiguió el 'plácet' del CGPJ pero su votación evidenció las escisiones en un órgano de gobierno plenamente dividido con esta cuestión.

Sobre la abstención: "Iremos caso a caso"

"Transparencia, motivación y autonomía" fueron las palabras pronunciadas por la exministra en su turno de réplica ante las críticas por la postura que adoptará el Ministerio de Justicia en algunas causas de índole más político como ocurre con la relativa a la deriva soberanista en Cataluña. "El tener una ideología u otra no nos inhabilita para el desempeño de cargos públicos. Las causas que están en tramitación no pueden ser objeto de mi referencia a ellas", espetó en respuesta a las alusiones de los diputados Jaume Asens (En Comú Podem) y Jaume Alonso Cuevillas (Grupo Parlamentario Plural) y abogado de Carles Puigdemont.  

"Existen causas de abstención para el Ministerio fiscal que son las mismas que para los jueces. Caso a caso se valorará si procede o no procede una determinada abstención", dijo Delgado no sin antes dejar caer que la fiscal general del Estado interviene en contados asuntos. "La actuación de esta candidata se va a atener siempre al principio de legalidad e imparcialidad", respondió en aras a acallar las voces que apuntan que la sustituta de María José Segarra se va a tener que abstener en todos aquellos casos vinculados con los partidos políticos. Se trata de una respuesta que no convenció a algunos parlamentarios los cuáles reprocharon con especial dureza el pacto de Gobierno del PSOE con las formaciones independentistas. "Tienen a todo el mundo en contra y ni siquiera creo que tenga al ministro de Justicia a su favor", espetó el popular Luis Santamaría. 

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