Perfil del pederasta: Hombre sin empatía y con alguna experiencia traumática

  • La pedofilia se define como fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños.

    No todos los pedófilos se convierten en pederastas, es decir, en agresores sexuales, aunque hay muchas probabilidades de que esto suceda. 

El perfil del delincuente sexual: hombre sin empatía y con alguna experiencia traumática
El perfil del delincuente sexual: hombre sin empatía y con alguna experiencia traumática
Ana Domingo
Ana Domingo

¿Por qué? ¿Qué pasa por su cabeza? Son las preguntas que pasan por la cabeza de la mayoría cuando sale a la luz un nuevo caso de pedofilia, como el conocido este jueves que se ha saldado con 56 detenidos. Lo primero, según los expertos, es diferenciar entre pedófilo y pederasta.

El primero, señala el psicólogo clínico Fernando Azor siente atracción por los niños. "La pedofilia se define como fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños (13 años o menos) durante un período no inferior a los seis meses."

Este psicólogo sostiene que no existe una causa genética o psicológica determinante para este comportamiento. "En la mayoría de los casos puede estar originado por algún comportamiento sexual en la infancia o adolescencia", pero no necesariamente traumático.

Por lo general, quienes padecen este trastorno son individuos con falta de empatía y es "muy probable que tengan problemas en sus relaciones sexuales normales, puede ser que tabúes y eso hace que al final se refugien en los niños para sentirse más seguros y cómodos".

Azor afirma que el comportamiento del pedófilo suele aparecer en la pubertad y ya de adulto se representa con acciones que suelen consistir en:Exhibirse desnudo delante del/la menor con el fin de excitarse sexualmente.Observar al niño/a vestirse o desvestirse o cuando está en el baño, orina, etc (con el mismo fin).Tocarle, besarle, agarrarle.Forzarle a ver imágenes o películas, escuchar conversaciones sexuales, posar para fotografías, ver o presenciar actividades sexuales.Sexo oral o vaginal.Someter a tratamientos médicos innecesarios con el objetivo de tocar al/la menor

Es decir, en ningún momento llegan a forzar al menor para mantener relaciones sexuales. Sin embargo muchos pedófilos terminan siendo pederastas y abusando de los niños. "Muchas veces se trata de un paso más, una evolución natural", comenta la psicóloga clínica Victoria Noguerol. 

En la operación contra la pedofilia conocida este jueves la Policía Nacional afirmó que "todo apuntaba que estos pedófilos podrían perfectamente ser pederastas y abusar de los niños". De hecho se está analizando la ingente cantidad de material incautado para saber si entre los detenidos alguno también cometió delito sexual.Diferencia entre pedófilos y pederastas

Según los expertos consultados por Lainformacion.com esta afirmación está relacionada con el tipo de imágenes incautadas. "Seguramente sean imágenes muy duras, que muestran abusos, no representan una simple atracción o pulsión sexual hacia un niño, sino un abuso." dice Azor. Y efectivamente, según los investigadores, las fotos y vídeos donde aparecen bebés son realmente duras, con imágenes cercanas a las torturas. "Esa falta de empatía es propia de un pederasta". Sentencia Azor. 

Victoria Noguerol, psicologa clínica comenta a Lainformacion.com que "aunque existen multitud de causas que pueden llevar a la agresión, los pederastas presentan un trastorno psicológico", mientras que la pedofilia se trata de una parafilia en la cual se siente excitación sexual por los niños el concepto de pederastia se emplea para hablar de la actividad sexual. No todos los pedófilos son pederastas, pero sí al revés. Algunos de los pedófilos pueden ser de doble vía, aquellos que disfrutan tanto de la parafilia como de relaciones homosexuales o heterosexuales normales.

Por lo general, el pederasta tiene en su infancia alguna experiencia traumática que determina su comportamiento posterior y que suele convertir a las víctimas en verdugos en un bucle sin fin. Victoria Noguerol, especialista en abusos a menores, afirma que “en todos los casos de mis 25 años de experiencia he encontrado variables que ayudan a comprender la conducta ”. Son “la rabia, el resentimiento y el rencor” que quedan instalados lo que provocará que, de adultos, les lleven a descargar sus tensiones a través de conductas violentas o sexualmente abusivas".Cómo tratarlos

El problema viene a la hora de tratar a estos delincuentes. Hablamos de unos delitos muy graves y que están motivados por pulsaciones y por cuestiones psicológicas. Noguerol asegura que es fundamental para tratar a los pedófilos "que quieran hacerlo". Tienen ·que reconocer su problema y someterse a terapia para poder encontrar el origen de ese comportamiento y "reconducirlo con terapia para el pasado, el presente y el futuro."

Pero entonces ¿qué pasa cuando el pedófilo no reconoce su problema? ¿Qué sucede si no quiere acudir a terapia? Fernando Azor afirma que en estos casos el tratamiento es muy complicado. "si alguien no quiere someterse a tratamiento psicológico es imposible obligarle" y, a veces ni queriendo ellos se puede cambiar el comportamiento de un pedófilo o pederasta. 

En cualquier caso lo que es evidente que no funciona es la prisión. Recluir no soluciona el problema y hay una probabilidad muy elevada de que vuelva a delinquir cuando pise de nuevo la calle. Este debate es propio de casi todos los países no sólo en España. 

Algunos como Tailanda optan por la castración química, pero Azor sostienen que tampoco es garantía de éxito. " el problema", asegura, "es que no es lo mismo deseo que erección y el hecho de la castración puede provocar mayor agresividad ya que el deseo sigue existiendo, pero no se puede representar de una manera física, no se puede satisfacer y eso puede volver a la persona aún más agresiva. Los datos

La pedofilia y la pederasta son problemas muy graves en la sociedad actual. Operaciones como la de este jueves con 56 detenidos por intercambiar pornografía infantil o casos como el pederasta de Ciuddad Lineal que esta siendo juzgado estos días después de abusar de cuatro menores demuestran que es un problema real y con un difícil tratamiento.

Peor no hace falta recurrir a casos tan mediáticos. Los datos son realmente alarmantes y según un estudio publicado recientemente por la revista Science, un 23% de las mujeres y en 15% de los hombres ha sufrido abusos. Lo habitual es detectar que los agresores son personas muy cercanas a la víctima: padres, abuelos, tíos… casi siempre varones. Realmente es una cifra que impacta y sorprende. No parece que sea tan frecuente pero los datos alertan del peligro.

Mostrar comentarios