La persona desaparecida es la persona ausente de su residencia habitual sin motivo conocido o aparente, cuya existencia es motivo de inquietud o bien que su nueva residencia se ignora, dando lugar a la búsqueda en el interés de su propia seguridad y sobre la base del interés familiar o social, según la definición acuñada por la Recomendación del Consejo de Europa de 9 de diciembre de 2009 que el el Senado acordó adoptar en febrero de 2013.
La actuación policial contempla un protocolo de medidas de cooperación entre los Cuerpos Policiales, Administraciones y otras organizaciones de carácter público o privado en base a una instrucción que clasifica las desapariciones en niveles de alto riesgo y de riesgo limitado.
En el caso de los menores de edad, la desaparición siempre se presume de alto riesgo, salvo casos excepcionales en los que sea evidente la voluntariedad de la desaparición, como fugas de centros de internamiento o de acogida de menores.
Uno de los casos que más recientemente ha conmocionado al país ha sido el de Diana Quer. La joven madrileña desapareció el 22 de agosto de 2016 en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal, y de la que no se supo nada durante 16 meses, cuando se detuvo a su asesino: 'El Chicle' y confesó dónde se encontraba el cuerpo de la joven. El último caso ha sido el de Gabriel, el niño de 8 años que desaparecó en Níjar el 27 de febrero del que finalmente se ha encontrado el cuerpo sin vida en el maletero del coche de la pareja actual del padre.
Pero no son los únicos, en España hay más de 4.000 denuncias de desaparición activas, de las 121.118 que se registraron en el sistema.
Otros casos como el de Ángeles Zurera y Paco Molina de los que pasados los años no se conoce su paradero. Zurera de 42 años y con dos hijos, desapareció hace diez años en Aguilar (Córdoba) cuando estaba en proceso de divorcio y doce días antes de su desaparición había sufrido un episodio de violencia de género. Paco Molina, tenía 16 años cuando desapareció hace ya más de dos años, el 2 de julio del año 2015, día en el que algunos testigos lo situaron tomando un autobús con destino Madrid.
O el caso de Manuela Chavero, la mujer de Monesterio (Badajoz) a quien se le perdió el rastro en julio de 2016. La última pista la sitúa por la noche en su casa, donde se encontraron las luces y la televisión encendidas, así como su cartera y el móvil que había sido utilizado por última vez de madrugada.
Vuelve a estar de actualidad el caso de la pontevedresa Sonia Iglesias, en paradero desconocido desde agosto de 2010, ya que la búsqueda se ha centrado en el panteón que la familia de su expareja, Julio Araújo, tiene en el cementerio de San Mauro (Pontevedra). Los investigadores barajan la posibilidad de que el cuerpo de Sonia Iglesias pueda estar enterrado en uno de los 40 nichos que tiene ese panteón.
Los familiares de Diana Quer, Marta del Castillo, Mariluz Cortés, Candela y Amaia Oubel y Ruth y José Bretón Ortiz se han sumado en una iniciativa conjunta a través de la plataforma Change.org para exigir al Congreso de los Diputados que no sea derogada la prisión permanente revisable.
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