"Desastre nefasto"... Los israelís reciben como un mazazo el acuerdo con Irán

    • Primer Ministro Benjamin Netanyahu ha calificado el acercamiento como un "gran error de proporciones históricas"
    • El Jerusalem Post, diario más leido de Israel, alerta del riesgo de que se produzca una carrera armamentística en la región que desemboque en una guerra nuclear.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (archivo).
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (archivo).

No han pasado 24 horas desde que se firmó el acuerdo nuclear entre el G5+1 e Irán y las reacciones en Israel no han hecho esperar. El Primer Ministro Benjamin Netanyahu ha calificado el acercamiento como un "gran error de proporciones históricas". Según un comunicado de su oficina, Netanyahu consideró que "Irán verá el camino libre para desarrollar armas nucleares y muchas de las restricciones que se lo impedían van a ser levantadas. Se han hecho grandes concesiones en todos los temas que debían impedir que Irán alcance las armas nucleares. Adicionalmente, Irán recibirá miles de millones de dólares con los que alimentar su maquinaria terrorista y su agresividad y expansión por Oriente Medio" y añadió que "éste es el resultado cuando se desea un acuerdo a todo coste"

Más tarde, Netanyahu se ha reunido con el Ministro de Exteriores y el Ministro de Defensa para discutir sobre el texto completo del acuerdo nuclear, según ha adelantado el diario Haaretz. Tras el encuentro de alto nivel, el Primer Ministro ha reiterado que el acercamiento entre Irán y Estados Unidos ha hecho que el mundo sea "bastante más peligroso que ayer porque las potencias mundiales se juegan nuestro futuro colectivo en un acuerdo firmado con el primer patrocinador del terrorismo del mundo". Finalmente, el líder israelí ha mandado un mensaje de unidad a la oposición política, a la que ha instado a unirse ante "uno de los asuntos más cruciales en la seguridad y el futuro del Estado de Israel".Los medios de comunicación rechazan el acuerdo

Los principales periódicos israelís tampoco han dudado en mostrar su desacuerdo ante esta situación. Así, el Jerusalem Post califica el acuerdo de "desastre" y alerta del riesgo de que se desate "una carrera armamentista en la región, aumentando la posibilidad de una guerra nuclear y, de nuevo, millones de muertes".

Por otro lado, el diario Haaretz se lamenta de la "nefasta" situación que se le plantea a Israel y advierte de que el acercamiento a Israel solo servirá para alargar la guerra civil en Siria y para que Irán siga "apuntalando el régimen de Assad con sus tropas brutales y afiance aún más su hegemonía regional".Los ciudadanos se sienten "abandonados"

En la ciudadanía israelí, el acuerdo ha supuesto un duro golpe. "Nosotros siempre hemos sabido que éramos un país amenazado y odiado por nuestros vecinos, pero eso nunca nos había preocupado. Sabíamos que nosotros somos una gran nación y que nuestro principal aliado nos apoyaría. Pero ahora Estados Unidos nos ha traicionado. Yo iba a firmar acuerdos importantes del más alto nivel en Estados Unidos, pero, sinceramente, ya no tengo ganas. No quiero hacer negocios con el que ataca a mi país, a mi pueblo. Prefiero perder dinero y no traicionar mis principios. Muchos de mis compañeros piensan como yo", sostiene Samuel Grausz, dueño de varias empresas de telecomunicaciones y miembro de la dirección de la Asociación Empresarial Israelí.

El disgusto es evidente no solo entre los empresarios. El coronel Televev lleva más de 20 años viviendo en Israel y todavía sigue asombrado por los sucesos de las últimas horas. "Jamás pensé que Estados Unidos firmaría un documento de esas características. Yo no nací en Israel, sino en Argentina. Vine a Israel para defender a mi pueblo, porque sabía que corría peligro. Llevo toda mi vida en las Fuerzas Armadas Israelís. Sin el apoyo de Estados Unidos, hoy mi decisión tiene más sentido que nunca porque existe el riesgo real de que desaparezcamos. Creo que Obama algún día se dará cuenta de las consecuencias de este desastre nefasto", enfatiza.

David Levin es uno de los principales rabinos del barrio ultraortodoxo de Mea Shearim está desolado. Su mujer, Miriam, explica que su marido lleva varios días duplicando sus oraciones, esperando que así no se llegara al acuerdo. "Él siempre nos ha mandado pruebas a lo largo de la historia. Estamos defraudados, dolidos… Pero sobreviviremos. Como siempre".

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