Descuidos e indulgencias en el pleno del Congreso más anecdótico del año

  • Madrid.- La votación en el Congreso de la nueva financiación autonómica ha estado hoy plagada de anécdotas, descuidos e indulgencias, hasta el punto de que el proyecto se ha tenido que votar dos veces y finalmente, a la segunda, ha cosechado el inesperado apoyo de uno de sus mayores detractores: CiU.

El modelo de financiación autonómica será votado de nuevo hoy en el Congreso
El modelo de financiación autonómica será votado de nuevo hoy en el Congreso

Madrid.- La votación en el Congreso de la nueva financiación autonómica ha estado hoy plagada de anécdotas, descuidos e indulgencias, hasta el punto de que el proyecto se ha tenido que votar dos veces y finalmente, a la segunda, ha cosechado el inesperado apoyo de uno de sus mayores detractores: CiU.

La sesión plenaria había comenzado a las nueve de la mañana con un descafeinado debate político sobre la reforma del sistema de financiación, con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero como testigo, que no ha logrado despertar a los somnolientos diputados.

Poco después de las diez de la mañana, los diputados presentes en el hemiciclo y también los ausentes eran llamados para votar.

Diez minutos más tarde, como es habitual, se cerraron las puertas del hemiciclo para que nadie pudiera entrar ni salir durante la votación.

Atropelladamente han corrido por los pasillos una docena de diputados del PP y de CiU, que, al parecer, habían tenido problemas con un ascensor de uno de los edificios del Congreso y que no habían podido llegar a tiempo.

El presidente del Congreso, José Bono, ha sido informado por los servicios técnicos de este episodio y, en un gesto completamente inusual, ha decidido que se permitiera el acceso de esos doce diputados.

De esta condescendencia se ha beneficiado también un parlamentario del PSOE, que igualmente llegaba tarde debido a una avería en la línea de metro en la que se trasladaba al Congreso.

Ya con todos dentro, se ha procedido a la votación del nuevo sistema de financiación, respaldado por 180 votos a favor, 150 en contra y siete abstenciones.

Pero Bono ha advertido entonces de que el resto de enmiendas del Senado sobre las que también había que pronunciarse no estaban incluidas en el cuaderno de votaciones.

"Al mejor escribano se le escapa un borrón", ha dicho Bono tirando de refranero popular para justificar este error.

Las dos enmiendas que faltaban se han votado y, tras un rifirrafe entre el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, y la del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, sobre la conveniencia o no de repetir la votación de la ley entera, se ha optado por volver a hacerlo.

Y la sorpresa se ha extendido por la Cámara cuando el apoyo ha subido de 180 hasta los 192 diputados, resultado acogido con carcajadas, aplausos, vítores y gran jolgorio por los socialistas.

El PNV, que en la primera votación se había abstenido, y CiU, que se opone frontalmente a la ley, habían votado a favor, con lo que finalmente el nuevo sistema de financiación ha engordado su respaldo parlamentario.

No ha tardado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en agradecer "el regalo de Navidad" a CiU y, a la salida del pleno, le decía sonriente a una diputada de este grupo: "El favor ha sido inmenso".

Para el secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, lo de hoy ha sido "la cosa más divertida de toda la legislatura".

"A quien madruga Dios le ayuda", repetía el presidente del Congreso, mientras la mayor parte de los diputados abandonaban el hemiciclo para dar paso al siguiente debate.

Quizás les estaba costando a todos recuperarse de la fiesta organizada anoche por la Asociación de Periodistas Parlamentarios, a la que asistieron numerosos diputados.

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