Desescalada en la Cámara Baja. El Congreso dará esta semana un paso más hacia la vuelta a la normalidad y permitirá que algo más de la mitad de los diputados pueda ocupar sus escaños en el Salón de Plenos, manteniendo, eso sí, la distancia de seguridad entre personas y portando mascarillas para evitar contagios.
En los primeros Plenos tras declararse el estado de alarma, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, acordó con los grupos parlamentarios que, para asegurar el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias, solo acudiera al hemiciclo el 10% de los diputados de cada formación y que los demás se acogieran al procedimiento de voto telemático. De esa forma, la asistencia a los Plenos rondó el medio centenar de diputados y el resto de sus señorías votaba desde casa.
Esa cifra ha ido aumentando progresivamente a medida que Madrid iba avanzando de fase de desescalada. Primero 'se abrió a mano' para elevar la representación de cada grupo parlamentario se elevó al 25%, lo que permitió reunir en el hemiciclo a casi un centenar de diputados, y la pasada semana se subió a un tercio (unos 120 escaños).
Para esta semana, según han informado fuentes parlamentarias, Batet ha propuesto dar un paso más y elevar al 50% la representación de cada grupo en el hemiciclo, lo que permitirá reunir a unos 177 diputados en el Salón.
Así, el PSOE podrá ocupar 60 de sus 120 escaños, el PP otros 44, Vox subirá a 26, Unidas Podemos a 18, ERC a siete, el Grupo Plural a seis; Ciudadanos a cinco, igual que el Mixto; y el PNV y Bildu llenarán tres asientos. Es decir, sus señorías podrán llegar a ser 177 en el Salón de Plenos y el resto tendrá que seguir votando desde casa.
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