"Hoy despedimos a soldados muertos en combate con ELN. Homenaje a la memoria de quienes dieron su vida protegiendo la democracia", escribió en Twitter el mandatario, que estuvo acompañado de varios ministros y la cúpula del Ejército.
Durante el funeral, celebrado en la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, algunos familiares de las víctimas desfallecieron y tuvieron que ser atendidas por la enfermería.
En el ataque del lunes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda guerrilla de Colombia y en conversaciones preliminares de paz con el gobierno, también murió un policía y otros tres soldados resultaron heridos.
El grupo insurgente, que se atribuyó la acción pero adjudicándose 18 muertos "y algunos otros heridos", mantiene aún en su poder a dos soldados, Andrés Felipe Pérez y Klieder Antonio Rodríguez.
Por otra parte, se desconoce aún el paradero de un patrullero de la policía y un guía indígena de la comunidad U'wa, residente en la zona que acompañaba la misión electoral.
La comitiva protegía los votos de las elecciones locales y regionales del pasado domingo del remoto resguardo indígena de Bachira, en el municipio de Güicán (Boyacá), unos 400 km al noreste de Bogotá.
El instituto colombiano de medicina forense descartó el miércoles que los fallecidos hubieran sido ejecutados, tras un primer reporte de la Fiscalía citado por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, que indicaba que "los soldados tenían tiros de gracia en la cabeza".
"En ninguno de los cuerpos se encontraron signos de disparo a contacto, descartándose lo que se llaman tiros de gracia", declaró el director del instituto forense colombiano, Carlos Eduardo Valdés, en una comparecencia el miércoles.
Los tiros se produjeron "a larga distancia" y "desde diversos ángulos", agregó el forense, quien descartó también el uso de explosivos.
El gobierno avanza desde enero de 2014 diálogos con el ELN para iniciar un proceso de paz formal, paralelo al que ya sostiene con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), principal y más antiguo grupo rebelde del país, para poner fin a una conflagración interna de más de medio siglo.
El conflicto armando en Colombia, que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, ha dejado unos 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados, según datos oficiales.
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