El antes y el después de Samira, la mujer a la que el doctor Cavadas cambió la cara

Cualquiera que mire el rostro de Samira hace unos años puede imaginar el grado de sufrimiento que arrastraba esta mujer marroquí de 39 años.

Un trastorno genético del sistema nervioso, conocido como neurofibroma, que afecta al desarrollo de los tejidos y que provoca tumores, le había deformado la parte derecha del rostro. Samira vivía en un aislamiento social por culpa de esta enfermedad. Además, su marido la había abandonado, con dos hijas 9 y 12 años,

De ahí que las tres operaciones que le ha practicado el doctor Cavadas en el Hospital de Manises y el año largo de tratamiento no sólo le han cambiado el rostro sino también la vida.

Samira reside en Marruecos. Gracias a la ayuda de la fundación humanitaria ADRA y del Centro Cultural Islámico de Valencia, cumplió un sueño que durante mucho tiempo consideró imposible.Un encuentro fortuito en un parque

Sucedió una tarde en un parque de la ciudad donde reside, Casablanca. Una colaboradora de la fundación ADRA se le acercó a preguntarle por su caso. Se comprometió a ayudarla en lo que pudiera y se llevó una foto de su rostro. “Me pidió una foto mía, pero como no tenía ninguna tuvimos que irnos a una tienda para hacerla”.

Esta persona se puso en contacto con el doctor Cavadas por correo electrónico, y éste aceptó ayudar desinteresadamente. Lo hizo, según ha declarado hoy en rueda de prensa, “porque la consulta llegaba de una persona implicada y honesta, que quería ayudar de forma honesta; estas situaciones hay que atenderlas si se puede”. Según Cavadas, el mal que padece Samira no es infrecuente. “Por fortuna se trataba de un tumor benigno”, aclara.

Tanto el doctor Cavadas como el Hospital de Manises han prestado su ayuda de forma altruista. La familia no ha tenido que pagar ni el coste de las intervenciones ni del tratamiento ni de hospitalización. La fundación ADRA y el Centro Cultural Islámico de Valencia le han ayudado a sostener a su familia durante este tiempo. Ahora están buscando un trabajo para ella en su país.

La mujer pasó por quirófano por primera vez en junio de 2015, operación que retiró la mayor parte del neurofibroma. En octubre fue intervenida otra vez; este abril han terminado de reconstruir la cara y le han colocado una prótesis ocular.

“Estoy muy contenta, no puedo olvidar todo lo que han hecho por mí. Quiero dar las gracias a todos los que me habéis ayudado en España y en Marruecos”, ha dicho Samira con emoción. Y el doctor Cavadas añade que era “una cosa buena que merecía la pena. Entre todos hemos hecho algo intrínsecamente bueno y merecerá la pena hacerlo otra vez. Esta historia tiene final feliz y merece la pena contarla sobre todo ahora que no andamos muy sobrado de historias con finales felices”.

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