México ha detenido a otras 13 personas en conexión con la fuga del líder narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán, entre ellos el exdirector de la prisión de alta seguridad de la que escapó y una alto cargo del Gobierno que supervisa las cárceles del país.
Un juez penal "libró la orden de aprehensión respectiva" contra esos 13 funcionarios "relacionadas con la comisión del delito de evasión del interno Joaquín Guzmán Loera", el pasado 11 de julio, señaló la fiscalía en un comunicado.
Valentín Cárdenas, exdirector de la prisión de Altiplano, y Celina Oseguera, excoordinadora nacional de centros federales de readaptación social del país, están entre los detenidos, junto a once guardias de la prisión, según ha informado una persona cercana a las detenciones. Ambos fueron destituidos de su puesto después de que Guzmán escapara de la prisión.
Estas detenciones se suman a las que ya tuvieron lugar anteriormente, extendiendo a 20 la cifra de detenidos relacionados con la huida de 'El Chapo' de una prisión de máxima seguridad en el centro de México el pasado mes de julio.
Los once servidores públicos restantes eran custodios y encargados del monitoreo de El Altiplano, una cárcel ubicada a 90 km de Ciudad de México, precisó la fuente.
Inmediatamente después de la fuga, el gobierno mexicano cesó a Oseguera de su cargo junto al director de El Altiplano, que no ha sido inculpado por la fuga, y otro responsable del sistema penitenciario.
Las autoridades judiciales han asegurado que el líder del cártel de Sinaloa contó con datos estratégicos y logísticos de la penitenciaría y que funcionarios y custodios favorecieron y propiciaron su fuga.
En julio, la fiscalía llamó a declarar a 22 trabajadores del penal por el caso aunque, hasta ahora, se había informado que sólo siete habían sido acusados formalmente de ayudar en la evasión: dos encargados de monitoreo de la celda del capo, dos agentes de inteligencia nacional, el encargado del centro de monitoreo y dos custodios destacados en el área donde estaba encerrado Guzmán Loera.
Guzmán, quien antes de su detención en febrero de 2014 era considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, se escapó por segunda vez de un penal de máxima seguridad escabulléndose por un agujero en la ducha de su celda, que conducía a un túnel de 1,5 km hacia el exterior.
En 2001 logró escaparse de una cárcel de Jalisco (oeste) supuestamente escondido en un carrito de lavandería.
La fuga del líder del cartel de Sinaloa, de 58 años, fue un duro golpe para el gobierno mexicano, que ahora ofrece 3,8 millones de dólares por su recaptura.
La fiscalía "continuará con las investigaciones de estos hechos, a fin de poner a disposición de la autoridad jurisdiccional a todos aquellos que participaron o apoyaron en la comisión de la fuga de Joaquín Guzmán Loera", se comprometió la institución.
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