Devoluciones en caliente

Ceuta se queda vacía: los migrantes 'invasores' regresan a Marruecos

La playa del Tarajal, escenario de la mayor crisis migratoria de España, amanecía con jóvenes que vuelven de forma voluntaria a Marruecos tras comprobar que nada conseguirán tras dos días en busca de comida.

Los migrantes se agolpan en la frontera para volver a Marruecos
Los migrantes se agolpan en la frontera para volver a Marruecos.
Ángel Martínez (Ceuta) | Mamen Borreguero Romero

El reducido espacio donde ayer por la mañana se agolpaban miles de migrantes marroquíes amanece hoy prácticamente vacío. Solo quedan los restos de la avalancha en la playa del Tarajal, escenario de la mayor crisis migratoria en la historia de España. Las devoluciones en caliente practicadas ayer por las fuerzas de seguridad y los efectivos del ejército de Tierra desplegados en la frontera han cortado en seco la entrada de inmigrantes. Mientras, decenas de jóvenes marroquíes se agolpan en el cruce fronterizo para regresar a su país. Vuelven de forma voluntaria tras comprobar que nada conseguirán en Ceuta tras deambular durante dos días por la ciudad en busca de comida. Salen en grupos de 15, en intervalos de varios minutos.

Los migrantes vuelven a Marruecos

“Esta mañana ha habido un repunte de nadadores y embarcaciones pero hemos impedido que entraran y han vuelto a su país. Quienes lo intentan nadando llegan exhaustos y los recogemos antes de que ocurra una desgracia. Llevo 14 años aquí y nunca había visto algo semejante. Marruecos está utilizando a estas personas de ‘munición’. Juega con la inmigración, como siempre, pero nunca lo había hecho a este nivel”, dice un agente de la Guardia Civil apostado en el espigón.

Así van saliendo de España de forma voluntaria para volver a Marruecos

Las devoluciones ‘en caliente’ a la vista del enjambre de periodistas congregados en la playa se han convertido en la estrategia para hacer frente a la mayor avalancha migratoria que ha sufrido la ciudad autónoma, con la entrada de 8.000 inmigrantes en 48 horas. Suceden de la siguiente forma: en un mar en calma como una balsa de aceite tres jóvenes marroquíes aparecen nadando junto al espigón. Los militares desplegados en la playa les siguen desde la orilla. Cuando los inmigrantes, exhaustos, tocan tierra son ‘escoltados’ por la playa hasta Marruecos. Son pocos los que lo intentan. Muchos más, la inmensa mayoría menores, van llegando al punto fronterizo para volver a su país.

Las devoluciones en caliente no cesan

Aimad es uno de los pocos que no piensa en volver. Llegó desde Tetuán el lunes y ha dormido en la calle desde entonces pero aún así, con la energía rebosante de sus 17 años, parece lleno de optimismo. “Aquí en Ceuta la cosa está mal pero allí (en Marruecos) está aún peor. Aquí no tengo nada pero si pido me dan de comer. En el Magreb es imposible encontrar un trabajo”, cuenta. 

Aimad no quiere volver a Marruecos
Aimad no quiere volver a Marruecos

Ángel Martínez

Ceuta, ayer una ciudad ‘confinada’ por el temor que extendió una avalancha sin precedentes, se va vaciando poco a poco. Los grupos de menores que ayer deambulaban por la ciudad sin rumbo fijo se dirigen ahora hacia la frontera. La inmensa mayoría son menores. El número total de devoluciones de migrantes que han entrado irregularmente en Ceuta asciende ya a 4.800, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno. La cifra se ha ido incrementando en las últimas horas. Entre los que esperan la vuelta, la gran mayoría entraron en España con lo puesto y son muy pocos los que llevan alguna mochila. "Aquí no hemos encontrado nada", contestan a La Información. 

Menores regresan a Marruecos
Menores regresan a Marruecos
Ángel Martínez

Tras la avalancha, al menos 106 migrantes, entre ellos una mujer embarazada, han tenido que ser atendidos en las últimas horas en el Hospital Universitario y en otros centros sanitarios de la ciudad como consecuencia de la crisis migratoria. al mismo tiempo, las administraciones analizarán en las próximas horas la situación de los más de 1.500 menores marroquíes que se encuentran entre las 8.000 personas que entraron de forma irregular en Ceuta en los dos últimos días.  Los menores que han entrado en la ciudad han sido llevados a las naves industriales del Tarajal, donde el Gobierno ceutí ha habilitado este espacio para que pasen el confinamiento obligatorio por el Covid-19. 

“¿Los niños en las naves? Es que en Ceuta no hay sitio para semejante volumen de llegadas. Aquí no se prepara nada hasta que no estalla el problema. Me pregunto dónde están los servicios de inteligencia porque esto se veía venir. Los que llegan dicen que han venido porque en Marruecos les contaron que desde Ceuta les llevarían a la Península. Cuando les preguntas por qué se han arriesgado la respuesta es siempre la misma: Nos estamos muriendo de hambr’”, dice un agente del Cuerpo Nacional de Policía que se guarece del sol abrasador bajo la sombra de una caseta cercana a la frontera.

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