Día constitución. García-escudero admite que se reforme, pero dentro del consenso, la unidad y los procedimientos previstos


El presidente del Senado, Pío García-Escudero, contempló hoy que "nos interroguemos sobre el grado de vigencia de la Constitución" y que ésta pueda reformarse, pero puso como requisitos el consenso, la unidad de España y el que se sigan los procedimientos previstos.
García-Escudero pronunció un discurso en el acto institucional de conmemoración del aniversario de la Constitución, que, por las obras en el Congreso de los Diputados, se celebró en el Senado. "Por primera vez y espero que sentando precedente", reivindicó él.
El presidente del Senado partió de una frase del escritor decimonónico español José María Blanco Crespo, conocido como 'Blanco White', quien, pese a criticar la Constitución de Cádiz, decía que mejor tener una Constitución que no tenerla o dejarla en el olvido.
García-Escudero trasladó esta apreciación a la de 1978, que a su juicio supone la mejor defensa contra los abusos de poder, la conculcación de los derechos y libertades y la ruptura de la concordia civil.
Según dijo, a ella deben los españoles su desarrollo, sus servicios públicos, el reconocimiento de la diversidad territorial y la incorporación a la UE. Todo fue posible, dijo, porque los españoles supieron superar en 1978 los lastres del pasado y aparcaron sus diferencias.
Ahora, continuó, "cabe que nos interroguemos sobre el grado de vigencia de la Constitución", aunque "carece de sentido que le pidamos remedios instantáneos a todos nuestros problemas" porque eso no lo puede hacer ningún texto legal. "La pregunta", apuntó, "es si nos brinda las referencias y medios necesarios para dar una respuesta eficaz a los problemas", y en este sentido "la respuesta es rotundamente sí".
DEMOCRACIA PARLAMENTARIA
García-Escudero afirmó que la Constitución "da prioridad, no a las ideas o a las banderas, sino a las personas" y que esto tiene un valor especial en una crisis como la actual. Ahora bien, puntualizó en un reproche tácito a movimientos ciudadanos como el 15-M, "cuando hablamos de democracia, hablamos de democracia parlamentaria", donde el Parlamento y su legitimidad son "la viga maestra".
El presidente del Senado también aludió sin mencionarlos al centralismo y al independentismo catalán, defendiendo que el Estado de las Autonomías "es uno de nuestros mayores logros" y "sería un enorme error que los problemas de las cuentas públicas nos llevaran a poner en duda su viabilidad o a pensar que de su ruptura puede obtenerse algún rédito".
Dejó la puerta abierta a su reforma porque "gracias a su versatilidad y falta de rigidez, el sistema es perfectible", pero siempre dentro del consenso y para mejorar su eficiencia y racionalidad, o para que "diferentes sentimientos identitarios puedan conciliarse con un leal sentimiento de unidad". El Senado, como cámara territorial, cree que tendría "mucho que aportar" en este sentido.
Como conclusión, García-Escudero defendió que la Constitución "no es un eco del pasado" ni un "texto petrificado", sino "un pacto vivo al servicio de una sociedad viva", que "puede reformarse, pero siempre mediante los procedimientos previstos", porque siempre serán mejores las reformas que la fracturas y "unidos es como podemos seguir avanzando".

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