Ni desfile ni recepción ni besamanos. Todo ha sido atípico este lunes 12 de Octubre en la celebración en el patio de armas del Palacio Real con motivo del día de la Hispanidad. Como vienen haciendo desde el año 2014, los Reyes de España, Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han presidido el acto más austero de este evento, que pasará a la Historia como la primera en realizarse en un Madrid confinado y en estado de alarma.
En un momento tan complicado para la clase política española, todo el protagonismo se lo ha llevado la tribuna de autoridades, sobre todo por la coincidencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después del duro rifirrafe mediático y jurídico que han protagonizado en los últimos días. Ambos líderes apenas se dirigieron la palabra durante el evento, con los saludos también limitados por culpa de la pandemia, y escenificaron una tregua tensa y mínima para pasar la celebración sin entrar en más polémicas por el virus.
Destaca la presencia de los ministros de Unidas Podemos, que acudieron de los primeros al acto. El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad Irene Montero, de riguroso morado, destacaban sobre el rojo intenso del palco de autoridades. Ha sido la primera vez que los del partido republicano, en coalición con el Gobierno socialista, han participado de forma institucional en este evento, tras sus críticas recientes a la Monarquía.
Los detalles marcan una cita en la que las mascarillas impedían captar lo que se decía fuera de micro. La vestimenta de la líder madrileña llamaba la atención de los presentes con los colores de la bandera de la Comunidad de Madrid, rojo evasé y chaqueta blanca.
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, es la única ausencia en la foto ministerial, porque está en una reunión en la Unión Europea. Tampoco han asistido los presidentes autonómicas de Aragón, Murcia, País Vasco y Cataluña. No ha pillado por sorpresa el desarrollo austero y corto de la ceremonia, frente al despliegue de otros años. El pasado mes de julio, el Ministerio de Defensa ya anunció que en el evento no habría boato alguno, dada la situación al alza de la segunda ola de la pandemia, que ha obligado a tomar medidas en todas las comunidades autónomas. El acto en la plaza de la Armería del Palacio Real ha consistido en un izado de bandera, un homenaje a los que dieron su vida por España, una imposición de condecoraciones y un pequeño desfile terrestre.
Solo han participado en este desfile unidades ubicadas en Madrid a excepción de la Legión que, con motivo de su centenario, tendrá un protagonismo especial. En concreto, en la parada militar han participado 527 efectivos, y ha habido una unidad de música y ocho secciones correspondientes a la Guardia Real, la Academia Central de la Defensa, el Regimiento 'Inmemorial del Rey' nº1, la Agrupación de Infantería de Marina, la Escuadrilla de Honores del Ejército del Aire, la Unidad Militar de Emergencias, y la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil.
Como homenaje a todos los participantes en la lucha contra la pandemia, además de la representación de las Fuerzas Armadas también han estado presentes miembros de organismos civiles como el Cuerpo Nacional de Policía, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, el SUMA, el ERICAM, el Cuerpo de Agentes Forestales de la CAM, el SAMUR, la Policía Municipal de Madrid y el Cuerpo de Bomberos tanto del ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid. Además, la Patrulla Águila ha hecho su tradicional pasada durante el homenaje a los caídos.
