El proceso de escucha, en pausa

Díaz se lanzará a su proyecto tras cerrar el tope del gas y otro paquete anticrisis

La prioridad para la vicepresidenta segunda es amarrar una ambiciosa excepción ibérica y cargar el coste a las eléctricas. Tiene todo listo para comenzar a recorrer España. Sánchez la necesita para poder sumar.

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz durante su último acto sobre salud mental
Europa Press

Los motores están preparados para bramar pero Yolanda Díaz aún no va a pulsar el botón de encendido. El "proceso de escucha" de la vicepresidenta segunda se encuentra detenido a la espera de la que es ahora mismo su prioridad: cerrar un ambicioso tope al gas que provocaría una rebaja inmediata de la factura de la luz y, por tanto, ayudaría a contener la inflación. La gallega se ha dado un tiempo de varias semanas para comenzar a recorrer España, pese a que tiene todo listo.

Díaz necesita un último 'golpe de efecto' antes de lanzarse a su gira en solitario. O con alguna compañía. Consiguió aprobar la reforma laboral gracias a un error del diputado del PP, Alberto Casero, abrió una crisis interna en Unidas Podemos al apoyar el envío de armas a Ucrania y ha tenido que 'tragar', no sin manifestar su discrepancia en público, con el giro de Sánchez sobre el Sáhara. También se ha visto obligada a aceptar los tiempos del PSOE en la respuesta a la guerra, ya que la vicepresidenta era partidaria de haber aprobado un paquete de medidas más inmediato y con un mayor impacto en los bolsillos de los ciudadanos. Y ahora presiona en la coalición para que el nuevo decreto incorpore más medidas sociales y con efectos más directos sobre las rentas de las familias más modestas.

Para Díaz ahora mismo sus esfuerzos se centran en que ese tope del gas contribuya a rebajar la factura de la luz. Un límite de 30 euros/MWh contribuiría a dejar la factura eléctrica a la mitad. Pero las negociaciones con la Comisión Europea no marchan como se esperaban en el Gobierno, en buena medida por la oposición que están poniendo países como Alemania, Holanda y los nórdicos a la llamada "excepción ibérica". En previsión de que Bruselas pueda elevar esa cifra y situarla en el torno de los 50 o 60 euros/MWh, en el equipo de la vicepresidenta segunda no descartan tener que apoyar ese tope con medidas adicionales que contribuyan a abaratar los precios energéticos.

Otra línea de trabajo de Díaz está centrada en que el sobrecoste que va a suponer topar el gas no sea asumido por los consumidores. Su postura, y así se lo ha trasladado al PSOE, es que sean las eléctricas a través de un recorte a sus beneficios quienes abonen ese déficit. Pero el primer tanteo de la Vicepresidencia tercera con Bruselas no ha traído buenas noticias. Teresa Ribera propuso que el sobrecoste lo asumieran los clientes con contratos a precios fijos, algo que no comparte Díaz. Es una discusión aún no resuelta.

Díaz trabaja también, al igual que el PSOE, en un escenario de práctica economía de guerra y por eso Unidas Podemos ya comenta en privado que las medidas urgentes aprobadas en el último decreto para tres meses podrían quedarse cortas. Su intención es que, si la situación continúa siendo límite el 30 de junio, prorrogar la ayuda de 20 céntimos por litro para combustible, la limitación del 2% a las subidas de los alquileres o la prórroga de las rebajas fiscales en materia energética.

Y a continuación, una vez concretada la estrategia gubernamental para intentar contener los precios, Yolanda Díaz se irá de gira por España para recopilar las aportaciones de múltiples y diversos agentes económicos y sociales. La líder del espacio de UP en el Gobierno de coalición ya ha ensayado este formato de 'escucha' con un selecto grupo de medio centenar de economistas a los que citó en la Biblioteca Nacional a finales de febrero, precisamente para escuchar sus recetas contra la crisis y tomar nota de las medidas más interesantes para elevarlas al Consejo de Ministros. También reunió a un grupo de expertos junto a Íñigo Errejón para abordar el impacto del trabajo en la salud mental. Ese modelo asambleario es el que pretende adoptar en dicho proceso de escucha previo al lanzamiento de su eventual candidatura.

Apoyo sindical

En su proceso de escucha a la sociedad civil, Díaz contempla actos con sindicatos. Su objetivo es aglutinar el mayor número de sensibilidades para transformarlas en una iniciativa política y la acción sindical es fundamental para la ministra de Trabajo. Aunque esto no significa que vaya a apoyarse directamente en la estructura nacional de las organizaciones sindicales, sino más bien incorporar presencia sindical en su gira para poder recoger sus prioridades e intereses y tomarlos en consideración de cara a un futuro programa político. Es habitual que la vicepresidenta participe en actos de CCOO y UGT, donde siente el calor de los afiliados y arranca ovaciones con cierta facilidad. No en vano, siempre ha asegurado sentirse 'en casa' bajo el techo de las organizaciones que dirigen Unai Sordo y Pepe Álvarez.

Por tanto, más que apoyarse en la estructura logística territorial de los dos grandes sindicatos de clase del país, la vicepresidenta va a dar cabida a las distintas sensibilidades sindicales, así como de colegios profesionales y otro tipo de asociaciones y sectores laborales en los actos abiertos y accesibles al conjunto de la ciudadanía que tiene previsto que configuren esa 'tournée' de seis meses. Si bien desde los sindicatos CCOO y UGT aseguran que en estos momentos no están "en eso", no ocultan que a medida que se vayan acercando las elecciones se van a volcar no solo con Díaz, sino también con el PSOE y en particular con todos los partidos de izquierdas para frenar el ascenso de VOX. "Con los que votaron la reforma laboral, con los que apoyan topar los alquileres, con los progresistas... con esos nos movilizaremos", concretan desde una de las grandes centrales sindicales.

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