Dictan acusación contra grupo de represores de la dictadura militar chilena

  • La Justicia chilena dictó hoy una acusación contra un grupo de represores de la dictadura por la muerte y desaparición de 16 opositores en el llamado caso "Caravana de la Muerte", uno de los episodios de violaciones de los derechos humanos más emblemáticos durante el régimen de Augusto Pinochet.

Santiago de Chile, 6 feb.- La Justicia chilena dictó hoy una acusación contra un grupo de represores de la dictadura por la muerte y desaparición de 16 opositores en el llamado caso "Caravana de la Muerte", uno de los episodios de violaciones de los derechos humanos más emblemáticos durante el régimen de Augusto Pinochet.

Según fuentes judiciales, la ministra en visita (jueza especial) de la Corte de Apelaciones de Santiago, Patricia González Quiroz, dictó esta acusación en contra de nueve personas por secuestro y homicidio calificado (desaparición) de 13 víctimas.

Ellos son el general Sergio Arellano Stark, que comandaba la misión, Carlos Arredondo, Pedro Espinoza, Marcelo Moren, Patricio Díaz, Ricardo Yañez, Waldo Ojeda, Marcelo Marambio y Oscar Haag.

Asimismo, la jueza acusó también por secuestro calificado en carácter reiterado por la desaparición de otras tres personas a Arellano Stark, Arredondo, Espinoza, Moren y Haag, además de Ramón Zúñiga Ormeño, Fernando Castillo Cruz, Edwin Herbstaedt Gálvez y Oscar Pastén Morales.

Según los antecedentes recopilados por la justicia chilena, en horas de la noche del 16 de octubre de 1973 llegó un helicóptero Puma hasta Copiapó, 804 kilómetros al norte de Santiago, donde viajaban Arellano Stark y otras personas.

Junto a un grupo de militares pertenecientes al Regimiento Atacama, de Copiapó, se llevaron a cuatro personas detenidas en la unidad de militar y las subieron a un camión.

Posteriormente se dirigieron a la Cárcel Pública y subieron a nueve personas más, que se encontraban privadas de libertad por orden de la autoridad militar.

Los 13 detenidos fueron llevados a la Cuesta Cordone, los obligaron a descender del vehículo y junto con otros militares que estaban en el lugar, le dispararon a cada uno de ellos.

Un día después, otro grupo de militares se trasladó hasta las barracas donde mantenían a detenidos políticos y se llevaron del lugar a tres personas trasladándolos también hasta la Cuesta Cardone, donde según los antecedentes "se pierden sus rastros" sin que nadie hasta la fecha conozca los paraderos de las tres víctimas.

La mayoría de los acusados ya purga en la cárcel varios años de condenas por otros casos de violación a los derechos humanos.

Los opositores a la dictadura dieron el nombre de "Caravana de la Muerte" a una comitiva militar que, comandada por el general Sergio Arellano Stark, recorrió en helicóptero diversas ciudades de Chile, en las que sus integrantes asesinaron a cerca de un centenar de presos políticos a los que sacaron previamente de las cárceles.

Arellano, que actuaba como "delegado del comandante en jefe", lo que significaba que debía ser obedecido como si fuera el propio Augusto Pinochet (1973-1990), involucró también en los crímenes a militares de las guarniciones locales, para asegurar su lealtad a la dictadura, según han podido desvelar posteriormente historiadores y periodistas investigadores.

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