Diez años de cárcel a tres familiares de una mujer por intentar matar a su ex

  • Tres hombres familiares de una mujer de Alicante han aceptado penas que suman diez años y medio de cárcel por haber participado en una agresión con una navaja que casi acaba con la vida del exmarido.

Alicante, 8 ene.- Tres hombres familiares de una mujer de Alicante han aceptado penas que suman diez años y medio de cárcel por haber participado en una agresión con una navaja que casi acaba con la vida del exmarido.

La sección segunda de la Audiencia de Alicante ha dictado una sentencia de conformidad por la que uno de los tres procesados, R.F.C., de 25 años y hermano de la exmujer, ha aceptado 5 años de prisión por tentativa de homicidio.

Además, F.F.C., de 20 años y sobrino de la exmujer, cumplirá tres años de cárcel, mientras que para J.C.F., de 22 y también sobrino, ha aceptado dos años y medio, en ambos casos por un delito de lesiones.

En su calificación de los hechos, el fiscal había solicitado inicialmente 8 años de cárcel para cada uno de los tres (de etnia gitana) por un intento de homicidio, y también que indemnizaran a la Conselleria de Sanidad con 4.874,52 euros por la asistencia sanitaria de la víctima, J.H.M.

Los hechos ocurrieron sobre las 14.30 horas del 31 de julio de 2011 en el domicilio de J.H.M., donde éste se hallaba acompañado de su pareja sentimental.

Se presentaron los tres procesados en compañía de un menor de edad, hijo de la exmujer, y se abalanzaron sobre J.H.M. para propinarle patadas, puñetazos y golpes con objetos que hallaron por la vivienda.

Además, mientras que F.F.C., J.H.M. y el menor sujetaban a la víctima, R.F.C. le clavó una navaja en el costado derecho a la altura del hígado y pulmón con el fin de causar la muerte al tiempo que decía "te voy a matar, ya no vas a follar más" y "te mato, te voy a matar, tú no vas a disfrutar más, te voy a quitar la vida".

Trató de asestar una segunda puñalada en el abdomen pero erró e hirió a J.H.M. en la mano (causándole la sección del tendón del tercer dedo de la mano derecha) y ante los gritos de la pareja de la víctima se personaron en el lugar más personas, lo que provocó la huida.

La víctima fue intervenida y curó en ocho días, y como secuela le queda una cicatriz aunque no reclama nada a los procesados y ha expresado su deseo de renunciar a cualquier indemnización.

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