Diez años de Spanair: compromiso de Ábalos para que no se repita la tragedia

  • Las víctimas siguen reclamando que se aclare lo sucedido, para lo que hay abierta una comisión de investigación en el Congreso.
Un grupo de víctimas de Spanair reclama 7,3 millones a la aseguradora Mapfre
Un grupo de víctimas de Spanair reclama 7,3 millones a la aseguradora Mapfre

Este lunes 20 de agosto se cumplen 10 años del accidente de un avión de la compañía Spanair al poco despegar en el aeropuerto de Madrid-Barajas con destino a Gran Canaria, en el que murieron 154 personas. En su memoria, la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 ha organizado actos conmemorativos en Madrid y en Las Palmas, donde se recordará a las víctimas con ofrendas florales, poemas y música. Si bien su cruzada para esclarecer lo ocurrido en el suceso sigue adelante, pues el colectivo asegura desconfiar de la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre la catástrofe.

En Madrid, los actos se han llevado a cabo en tres escenarios: el Parque Juan Carlos I, el lugar del accidente y la Terminal 2 de Barajas, donde acudirán el ministro de Fomento, José Luis Ábalos; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y el presidente del PP, Pablo Casado.

En el Parque Juan Carlos I es donde la presidenta de la Asociación de Afectados del vuelo, Pilar Vera, ha asegurado "no confía" en que dicha comisión "vaya a servir para "distribuir la responsabilidades del suceso". Vera ha señalado que el año pasado era "impensable" que se abriera una comisión en el Congreso y ha indicado se trata de "un primer paso" para despejar las dudas que rodean a la "cadena de errores" que provocaron la tragedia. Si bien ha recordado que la comisión, aprobada en 2017, fue propuesta en el Congreso por Unidos Podemos y ERC, lo que llevó a otros partidos políticos a sugerir que la asociación de víctimas se había puesto "en manos de los radicales". "Nunca hemos dado motivos para radicalizarnos y teníamos 154 razones", ha añadido.

La presidenta de la asociación ha asegurado que entregó un orden de 49 comparecencias "secuenciales" a la comisión de investigación, la cual ha decidido reducir la lista a 34 nombres cuya distribución Vera ha admitido que "no entiende" y hace que "desconfíe" del verdadero propósito de ese grupo de trabajo. Tras la comparecencia del representante de Boeing, Vera ha resaltado que "los diputados dijeron sentirse ninguneados" y ha añadido que, "solo por hacer sentir así a los políticos", la comisión ya "ha merecido la pena".

La presidenta ha criticado que, en estos diez años, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac) "tan solo ha puesto ladrillos" para evitar que los familiares de las víctimas puedan acceder a los documentos que sirvieron para elaborar el informe oficial del accidente. A este respecto, Vera ha asegurado que "hay que llamar a las cosas por su nombre" y que la tragedia del vuelo JK5022 "no es un accidente", ya que, según ella, la Ciaiac lo ha achacado todo al "error humano" y no ha puesto nada de su parte ni ha reconocido "en ningún momento" su responsabilidad.

Mientras, el ministro de Fomento, José Luis Abalós, presente en el homenaje, se ha comprometido a invertir y trabajar "incansablemente" por la seguridad de transporte y no solamente el aéreo, sino de cualquier tipo, también el ferroviario. Durante el acto central en Madrid de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, Ábalos ha señalado la seguridad como el principal valor para poner en marcha cualquier infraestructura o dispositivo de movilidad.

Ha reconocido que, muchas veces, el afán por disponer de infraestructuras que faciliten el transporte o mantener los horarios ha hecho descuidar la propia seguridad. El ministro, que ha acudido a este acto para testimoniar "la solidaridad con las víctimas y sus familiares y acompañarlos en el recuerdo, en la memoria y en el dolor", ha reconocido el trabajo que la Asociación de Afectados ha realizado estos años "de modo incansable y constante".

En su opinión, más allá del esclarecimiento de la verdad y de las responsabilidades, que es "de justicia", hay que agradecer a la asociación que, con su trabajo y tesón, ha impulsado a los gobiernos y a las administraciones el desarrollo de medidas de seguridad. La memoria es fundamental y este país "necesita todavía aprender mucho lo que es tratar a sus víctimas y a quienes sufren", ha asegurado.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido tener un recuerdo con las víctimas del accidente a través de su cuenta de Twitter, donde ha publicado un mensaje en el que remarca que "por el recuerdo de las víctimas se está trabajando determinar lo ocurrido y prevenir futuras tragedias", haciendo clara alusión ha la comisión que la Asociación ha puesto en entredicho.

El accidente, el principio del fin de Spanair

El accidente de Spanair supuso el principio del fin de la aerolínea, ya que agravó sus problemas económicos, que la llevaron a la quiebra tres años y medio después a pesar de un cambio de propietarios.

Fue el 20 de agosto de 2008 cuando el vuelo 5022 de la compañía con 172 personas a bordo y destino Gran Canaria se estrellaba en Barajas (Madrid) al poco de despegar a las 14:45 horas. Murieron 154 personas y 18 resultaron heridas. Del informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), aprobado el 17 de agosto de 2009, se desprendía que el avión despegó con los flaps replegados y que falló el sistema encargado de advertir a la tripulación.

El 19 de septiembre de 2012, la Audiencia Provincial de Madrid archivó la causa penal, al considerar que la responsabilidad del siniestro no es imputable a los técnicos, sino a la actuación "errónea" de los pilotos, fallecidos en el siniestro. El Sepla recurrió el auto y en febrero del 2018 el Congreso aprobó, con la abstención del PP, la creación de una comisión de investigación sobre el accidente, que está en marcha.

Spanair, constituida en 1986 por los empresarios Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual y la aerolínea escandinava SAS, fue adquirida en 2009 por un grupo de inversores e instituciones catalanas y presentó concurso de acreedores en enero de 2012. El 14 de agosto de 2008, seis días antes del accidente de Barajas, la aerolínea escandinava SAS -entonces propietaria de Spanair- presentó sus resultados del primer semestre, en los que ya alertaba de la delicada situación de la compañía española. Spanair había registrado unas pérdidas antes de impuestos de 55 millones de euros en la primera mitad del año, el doble que en el mismo periodo de 2007.

En el momento del accidente, Spanair había presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a un millar de trabajadores, un tercio de los 3.000 que tenía entonces. La medida formaba parte de un Plan de Viabilidad que contemplaba también la reducción del número de bases operativas. Aunque la situación económica de Spanair ya era delicada, en la presentación de los resultados del tercer trimestre de 2008, SAS incluyó el accidente de Barajas entre los motivos del deterioro de las cuentas de su filial española.

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