Dimite jefe policial colombiano, cerebro de logros contra narcotráfico y FARC

  • El jefe de la Policía Nacional colombiana, el general Óscar Naranjo, dimitió al cabo de cinco años de labor en los que ha aprovechado su trayectoria en Inteligencia para coordinar con las Fuerzas Militares los mayores golpes al narcotráfico y a las FARC.

Ana Gómez

Bogotá, 19 abr.- El jefe de la Policía Nacional colombiana, el general Óscar Naranjo, dimitió al cabo de cinco años de labor en los que ha aprovechado su trayectoria en Inteligencia para coordinar con las Fuerzas Militares los mayores golpes al narcotráfico y a las FARC.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, confirmó hoy la renuncia del general con el que ha trabajado codo con codo desde su etapa como ministro de Defensa en el Gobierno del exmandatario Álvaro Uribe (2002-2010), en una rueda de prensa que siguió a la reunión que sostuvo con su colega español, Mariano Rajoy.

Desde su incorporación en la Dirección de la Policía el 17 de mayo de 2007, el general condecorado decenas de veces había manifestado su intención de permanecer sólo cinco años en el cargo, lo que estaba a punto de cumplirse y motivó este anuncio, según Santos.

Sin embargo, Santos aclaró que la salida de Naranjo no es inmediata y que le "acompañará" hasta el mes de julio, cuando se nombrará a su sucesor al frente de la institución.

El alto oficial apuntó que "no es momento de despedidas" y aceptó seguir prestando sus servicios "en cualquier esfera que el presidente considere", lo que Santos aprovechó para invitarle a seguir capacitando y asesorando a policías de 17 países, y que calificó como una "importante (labor) diplomática y geopolítica".

Naranjo fue elegido como el "Mejor Policía del Mundo" en octubre de 2010 por la Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP, por su sigla en inglés) en Orlando (Florida, Estados Unidos), distinción que también recibió en la década de los noventa el general Rosso José Serrano.

"Deja un legado muy importante y resultados muy importantes", reconoció Santos, al enumerar los logros de la gestión de Naranjo que han llevado a una mejora en la situación de orden público y seguridad ciudadana en Colombia en los últimos años.

El presidente destacó su trabajo de "inculcar la necesidad de trabajar en equipo" con las Fuerzas Militares, lo que ha permitido desarrollar operativos nunca antes logrados como "dar de baja a un número uno de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)" y atacar a "tantos cabecillas y a sus estructuras".

El nombre de Naranjo pasará a la posteridad en operaciones que dieron muerte al último máximo líder de esa guerrilla, "Alfonso Cano" (Guillermo León Sáenz) el pasado noviembre, y al segundo máximo líder en 2008 en un bombardeo sobre un campamento en Ecuador en 2008, Luis Edgar Devia Silva, alias "Raúl Reyes".

También participó en los operativos contra el campamento del exjefe militar de esa guerrilla, Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño" o "Mono Jojoy", en septiembre de 2010, y en la emblemática "Operación Jaque", que en 2008 permitió el rescate de quince secuestrados entre los que se encontraba la excandidata presidencial Íngrid Betancourt.

Pero Naranjo fue también el terror de los capos de los carteles del narcotráfico de Medellín y Cali, desde sus diferentes cargos en el servicio de Inteligencia y en la Policía Metropolitana caleña.

Santos remarcó que en los últimos cinco años los cultivos de coca se han reducido en un 50 % y las muertes violentas han logrado el nivel más bajo en 27 años, con 31 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2011.

Hasta el momento no se sabe si con la dimisión de Naranjo saldrán algunos de sus hombres, mientras que de manera extraoficial se barajan varios nombres para su sustitución, como los del actual jefe de seguridad presidencial, general Gilberto Ramírez, y el de su subdirector, general José Roberto León, entre otros.

Naranjo fue el único miembro del equipo de Uribe que no fue relevado en los cambios efectuados por el Gobierno de Santos en las fuerzas de seguridad.

La Policía Nacional depende en Colombia del Ministerio de Defensa, una situación atípica por tratarse de una fuerza de seguridad del Estado de carácter civil y no militar, en un país que vive un conflicto armado interno desde hace casi 50 años.

Mostrar comentarios