Dolors Garcia viaja a la Barcelona del siglo XV tras el terremoto de 1428

  • La escritora gerundense Dolors Garcia Cornellà viaja a la Barcelona del siglo XV en su última novela, "Serena", que arranca con el terremoto que afectó a la ciudad en 1428.

Jose Oliva

Barcelona, 30 abr.- La escritora gerundense Dolors Garcia Cornellà viaja a la Barcelona del siglo XV en su última novela, "Serena", que arranca con el terremoto que afectó a la ciudad en 1428.

La autora ha explicado a Efe que "Serena" (Cruïlla) comenzó a gestarse hace unos años, cuando se produjo un pequeño terremoto en la comarca gerundense de La Selva.

"Amigos de otras poblaciones me explicaron que ellos lo habían notado más -rememora Garcia-, y a partir de ahí me interesé por los terremotos del siglo XV, que si se produjeran hoy en nuestras ciudades serían una catástrofe".

Dolors Garcia buscó información de aquellos terremotos bajomedievales, entre los que destacaba el de La Candelaria (2 de febrero) de 1428, que "tuvo su epicentro en Queralbs, pero se dejó notar también en Barcelona".

En la ciudad condal, al mediodía del 2 de febrero de 1428, "la basílica de Santa María del Mar estaba llena de gente y el temblor produjo la caída del rosetón, que mató a entre 20 y 40 personas, entre ellas a una mujer embarazada".

A partir de aquí, la autora crea un pasado y un presente a esa mujer, que tiene una familia, con hijas y un marido, que es secuestrado por los piratas.

La fallecida es en la novela la madre de Serena, que se queda sola con seis hermanas, la más pequeña recién nacida.

Gelvira, una comadrona amiga de la familia, le ayuda a ocuparse de las hermanas, le enseña el oficio de comadrona y la anima cada vez que la joven se hunde y piensa que no saldrá adelante, pero poco a poco la familia va mejorando.

A las dificultades de criar a sus hermanas se añade, recuerda la autora, que "debe conseguir dinero para pagar el rescate de su padre y la dote de su hermana mayor".

La escritora confiesa su pasión por la "historia pequeña", de la que tuvo conocimiento a partir de numerosos libros de historia o en Internet.

A medida que avanzaba buscaba cosas, como los seguros, que entonces comenzaban, los legados de los notarios, las dotes matrimoniales, y la novela está trufada de esos detalles.

"Intenté que todo el decorado, el ambiente fuera fidedigno a la historia y para ello tuve que documentar cómo vestían, qué comían, qué pescado compraban", ha señalado.

Dolors Garcia invirtió un par de años en el proceso de documentación, tanto en archivos, como en Internet o incluso paseando por Barcelona, y luego el proceso de escritura fue mucho más rápido, porque la autora puede llegar a hacer jornadas de 12 horas escribiendo.

Garcia tiene tendencia a pensar en el lector juvenil, "seguramente por deformación profesional", y por eso hay unos protagonistas jóvenes, pero piensa que la novela puede ser leída por gente adulta que quiera saber más cosas de la historia de la ciudad.

La escritora se ha centrado en la trama con misterio, y asegura que ha tenido que dejar fuera mucha documentación, "porque no se trataba de un ensayo ni un tratado".

"La narración está marcada, como la vida de entonces, por las estaciones del año, siempre ligadas a las cosas que están pasando, y de este modo el lector tiene conocimiento del ritmo de la sociedad en el siglo XV, muy ligada al ciclo natural".

A pesar de sus 50 libros escritos y de haber obtenido una quincena de premios de literatura infantil y juvenil, no puede evitar sentirse "un poco invisible".

En el contexto de la escuela tiene un potencial enorme, pero puede funcionar también en el circuito habitual de las librerías. EFE.

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