Don Felipe pide escuchar a la juventud iberoamericana en favor de la justicia

Madrid, 22 jul.- El Príncipe de Asturias ha hecho hoy un claro llamamiento en favor de la juventud iberoamericana al remarcar que la sociedad "no puede dejar de escuchar a los jóvenes" y tiene que "invertir" en ellos, y ha considerado una "asignatura pendiente" la desprotección que sufren millones de ellos en Hispanoamérica.

Don Felipe ha lanzado este mensaje en la presentación de la primera macroencuesta iberoamericana sobre juventud, un estudio pionero encargado por la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ), que toma el pulso a las opiniones de más de 20.000 jóvenes de entre 15 y 29 años pertenecientes a veinte países de la región.

En presencia de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, que también han acudido al acto celebrado en la Casa de América, el Príncipe ha remarcado que los datos del muestreo "llaman a la acción, llaman a la decisión impostergable de transformar distintos entornos juveniles".

Se trata, en su opinión, de potenciar sus capacidades y virtudes para "construir un modelo de desarrollo justo y sostenible" donde la juventud pueda ejercer sus "legítimos derechos en un horizonte con empleo y auténticas perspectivas de futuro"; en este sentido, ha proclamado que la "eliminación de las desigualdades" constituye "un imperativo prioritario para cualquier agenda iberoamericana".

El estudio demoscópico pone de relieve que los jóvenes de los países de Iberoamérica confían más en su futuro que en el de los países, y expresan un gran optimismo al mostrarse convencidos de que dentro de cinco años su situación personal será mejor que la actual.

El Heredero de la Corona ve en este documento, que ha sido posible gracias al apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), una herramienta útil para actuar con mayor eficacia respecto a la juventud, y una buena muestra del "dinamismo iberoamericano" que en los jóvenes cuenta con su mayor vigor para afrontar el futuro.

La juventud de esta región, ha apostillado, "representa la fuerza de la transformación, la capacidad de sobreponerse a las condiciones adversas y el compromiso como el cambio" para buscar "un camino próspero, justo y con equilibrio generacional".

No sólo se identifica a este colectivo "con los objetivos y metas más nobles, compartiendo plenamente los ideales y principios de la democracia", sino que lidera los movimientos en favor del medio ambiente, la paz, la igualdad y la justicia.

Son más de 150 millones los jóvenes que lo conforman, y el Príncipe de Asturias ha animado a "aprovechar ese capital humano y social" porque representa, ha enfatizado, una "oportunidad única e irrepetible para el progreso de nuestras naciones"; "la sociedad en su conjunto no puede dejar de escuchar a los jóvenes", ha reiterado.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha afirmado que la encuesta llega en un momento oportuno para hacer balance, porque no se puede construir el futuro sin contar con los jóvenes, y ha señalado que todo el esfuerzo dedicado a mejorar su educación y su entorno repercutirá en una sociedad "más abierta e integradora".

La ministra ha aprovechado para anunciar que el próximo año la decimoséptima conferencia de ministros de juventud de iberoamérica se celebrará en España.

Por su parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, ha repasado aquellos aspectos más preocupantes de los resultados de la encuesta, como la importancia que los jóvenes prestan a la violencia como gran problema de iberoamérica, o el desempleo, que pone a la juventud al servicio de las "peores tentaciones", ha dicho, como la droga o el crimen organizado.

En cualquier caso, Iglesias se ha preguntado "cómo no vamos a creer en el futuro" con un "capital tan inmenso" como el que conforman esos 150 millones de jóvenes.

En esta línea, el presidente de BID, Luis Alberto Moreno, ha manifestado que ante las protestas que están protagonizando los jóvenes en los países del área iberoamericana para exigir mejoras en su calidad de vida, el deber es "reflexionar en cómo responder a su llamada", algo a lo que puede ayudar este estudio.