Rajoy, camino a casa: chalet en Aravaca, coche oficial y un sueldo de 80.000 euros

Soraya Sáenz de Santamaría se despide de Mariano Rajoy
Soraya Sáenz de Santamaría se despide de Mariano Rajoy
EFE

Mariano Rajoy tiene en su lista de méritos el haber ganado tres elecciones. Quizás, por eso, se ha negado a dimitir. Quizás, por eso, hasta el último momento, no vio su final ni la posibilidad de dormir la noche del viernes en su vivienda del municipio madrileño de Aravaca y fuera de Moncloa, su residencia desde hace casi seis años y medio. Pero lo ha hecho. Al salir del Congreso, entró en su coche oficial y se despidió del Palacio de Moncloa. Es la primera vez en la historia de nuestra democracia que se produce un relevo tan fulgurante sin los plazos propios de una investidura. 

Los cambios en su rutina doméstica será notorios. De la residencia de ocho habitaciones, tres vestidores, nueve baños repartidos en 900 metros cuadrados, totalmente amueblada y equipada con mobiliario y menaje de Patrimonio Nacional (aunque sujeta a la remodelación y detalles de los gustos familiares de cada Presidente), pasará al adosado dúplex de 279 metros cuadrados que compró en 1998 por un millón y medio de euros tras la venta de otro inmueble. De no compartir zonas comunes con vecinos y pasear lejos de las miradas indiscretas de sus conciudadanos en un terreno cercano a los 50.000 metros cuadrados, ahora compartirá estancia con empresarios, ex entrenadores de fútbol, notarios, abogados y algún que otro político en una urbanización cerrada con dos piscinas y pista de tenis en la que la comunidad cuesta aproximadamente 1.000 euros.

La vivienda, en régimen de gananciales y ya pagada en su totalidad, cuenta con una planta baja de 78 metros cuadrados y una superior de 201, rodeadas de un jardín de otros 30 metros. Tiene un amplio recibidor con armario, un comedor generoso, aseo para invitados, terraza, cocina office, puerta para servicio, un dormitorio principal con baño, otros tres dormitorios con baños y un salón. En el sótano está el rincón favorito del gallego: el zulo, como lo llaman cariñosamente en jerga familiar. En esta dependencia, que retrató en un reportaje en el Magazine de 'El Mundo', trabajaba, escribía discursos o reflexionaba antes de llegar a La Moncloa. Allí tiene sus recuerdos más íntimos, sus fotografías más personales y allí veía la televisión acompañado de su esposa Elvira. Allí podrá volver ahora a reflexionar sobre su futuro más inmediato.

No es su única propiedad en Madrid. Posee un apartamento de 70 metros cuadrados en el céntrico Paseo de la Castellana adquirido en 1981, el año en el que fue elegido diputado autonómico por Alianza Popular. En su tierra tiene un apartamento de 97 metros cuadrados en Sanxenxo y un piso de cien metros con plaza de garaje en Pontevedra, ciudad que le vio nacer, adquirido en 1987. Ese mismo año, el 22 de septiembre, curiosamente protagonizó como vicepresidente de la Junta de Galicia el debate de moción de censura contra Fernández Albor, ganador de las elecciones.

Dos años más tarde compró una oficina en su tierra y desde 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones, posee un bungalow en régimen de gananciales en Gran Canaria, en el municipio de Mogán, del que tiene el 25%. De todas esas propiedades podrá disfrutar a partir de ahora sin la vigilancia extrema que tienen los jefes de Estado.

Una de las pocas personas de su entorno más íntimo que seguro se alegra de la vuelta a la normalidad, es Elvira Fernández, Viri, como la llaman en su ámbito más privado. A la mujer de Rajoy no la hemos visto en los últimos momentos del líder popular al frente del Gobierno. Poco accesible y dada a las frivolidades, se ha prestado en ocasiones escasas para dejarse vez durante las diferentes legislaturas. Este año, solo pudimos verla en dos ocasiones. En una cena de gala en el Palacio Real durante un besamanos de los Reyes organizado con ocasión de la visita oficial del príncipe heredero de Arabia Saudí y con motivo de la presencia del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el pasado 16 de abril. En ambas se vistió de negro riguroso tan solo adornado por un collar de perlas y un broche en la solapa de su traje. Perfecta para seguir pasando inadvertida.

Con su llegada a la Moncloa, Rajoy y Elvira acometieron una política de austeridad en el vetusto palacete oficial reduciendo los gastos en un 30%. Viri dejó de lado su propia carrera profesional y ha pasado todos estos años ocupándose de sus dos hijos: Mariano, que estudia el segundo curso de Derecho y Administración de Empresas en ICADE, y Juan, aún en el instituto. Quizás pueda ahora relanzar sus proyectos laborales. En 1995, cuando se trasladó a vivir a Madrid después de tres años de noviazgo con Rajoy, estuvo trabajando en el departamento financiero de Antena 3 y, cuando él arrancó la campaña electoral de 2011, ella pidió una excedencia en Telefónica Contenidos.

A sus 63 años, el futuro de Rajoy puede pasar por ese destino dorado que es el Consejo de Estado. Todos los ex presidentes tienen derecho nato a ocupar ese puesto de forma vitalicia si así lo quieren. Cobraría por ello un sueldo de 100.000 euros anuales, incluyendo pagas extraordinarias y complementos de productividad. Si no opta por este cargo, tal y como dispone el Estatuto de los expresidentes del Gobierno regulado por el Real Decreto 1306/2008, puede optar a una pensión vitalicia que roza los 80.000 euros. Tendrá que elegir una u otra opción porque ambas son incompatibles. Seguirá recibiendo tratamiento de ‘presidente’, dispondrá de un coche oficial, escolta, viajará gratis y podrá contar con el apoyo de los servicios de la representación diplomática española. También tiene la opción de elegir a dos trabajadores como personal eventual de gabinete y una dotación para gastos de oficina y atenciones de carácter social y alquileres a cargo del erario público.

Zapatero es el único presidente que ha rechazado hasta el momento la indemnización por cesantía y el sueldo vitalicio para pasar a formar parte del Consejo Permanente de Estado hasta que fichó por el Institute for Cultural Diplomacy, una ONG de Berlín. Otro supuesto sería que pidiera su reingreso en el Registro de la Propiedad. Con sólo 23 años se convirtió en el registrador más joven de España tras ganar la oposición. Un año antes ya había probado las mieles de la política pegando carteles en las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco. No fue hasta 1981 cuando ocupó su primer puesto como diputado y, desde entonces, no ha parado. Ingresos no le faltarán.

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