Dos meses para negociar un acuerdo que evite volver a las urnas

El escenario que se presenta en Cataluña tras el doble 'no' de la CUP es inédito. Nunca antes, una segunda sesión de investidura se había cerrado sin president.

La nueva estructura de poder diseñada por Mas y que supondría para él ocupar una presidencia simbólica delegando la facultad ejecutiva en tres vicepresidencias no ha convencido a los anticapitalistas. Tampoco su propuesta de someterse en diez mesesa una cuestión de confianza para evaluar su gestión y decidir sobre su futuro político.

Los de Baños han aceptado de buen grado esta última medida y la han valorado como un paso adelante, pero la respuesta en la votación fue la misma que la del martes. Un 'no' que ha cerrado de nuevo el camino a Mas, si bien un no, esta vez, "tranquilo", apostilló Baños, y que abre la puerta a seguir negociando en los próximos dos meses.

Según el reglamento del Parlament, ambas formaciones tendrán ahora hasta el 10 de enero para llegar a un acuerdo que desbloquee la investidura. El resto de grupos podrán al mismo tiempo proponer a otro candidato si éste cuenta con una mayoría alternativa. No obstante, esta salida no es ni mucho menos previsible. Primero, por la aritmética en contra. Y segundo, porque, pese a las aparentes posturas encontradas, Junts y la CUP confían en ese acuerdo.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, se ha mostrado este jueves confiado en ese pronto acuerdo. "Calma y confianza, porque poniéndonos nerviosos no ganaremos nada", ha pedido en declaraciones a los medios tras el debate de investidura en el Parlament. Según Junqueras, el debate ha evidenciado puntos en común con la CUP que le hacen ser optimista: "Estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo", ha concluido.

En ese aparente optimismo ha coincido Raül Romeva, cabeza de la candidatura de Mas, y favorito de la CUP para ser investido. "Aquí no se para nada. La responsabilidad democrática y colectiva que tenemos es enorme. La urgencia social, más grande todavía. Seguimos", ha escrito en su perfil de Twitter. El mensaje de Romeva ha recogido la esencia reiterada de Baños, quien en su intervención en el debate ha instado a Mas a lograr un acuerdo que ensanche la base social del independentismo, su "máximo objetivo". En opinión del líder anticapitalista, la fórmula ideada por Mas no lo permite. Al término del debatel, el president en funciones convocó a los diputados de Junts pel Sí para valorar el escenario que abre esta segunda negativa.Aquí no s'atura res. La responsabilitat democràtica i col.lectiva que tenim és enorme. La urgència social, més gran encara. Seguim.— Raül Romeva i Rueda (@raulromeva) noviembre 12, 2015

Ese será sin duda el asunto a desentrañar en las próximas semanas. El líder convergente ha advertido a Baños de las consecuencias de su cerrazón y le ha avisado con una convocatoria electoral si las negociaciones fracasan. El tiempo apremia. Si no hay acuerdo el 10 de enero, el Parlament se disolverá inmediatamente y habrán de convocarse nuevos comicios. Un escenario que ambos tratan de evitar. Primero, porque son conscientes de que no repetirían los resultados actuales. Y segundo, porque supondría reconocer la división del secesionismo y en consecuencia, el fracaso del procès.