La Carabela Portuguesa quiere convertirse en la protagonista del verano. Esta especie de medusa, que en realidad es un organismo colonial, está poniendo en jaque a numerosas playas de la costa mediterránea ante la invasión de ellas que está llegando al litoral. Las corrientes cálidas y el exceso de pesca de sus principales depredadores son los causantes de esta plaga, según el Instituto Español de Oceanografía (IEO), que además prevé nuevos avistamientos en las próximas semanas.
Por ello, los ayuntamientos de localidades costeras de Alicante, Murcia y Andalucía, ante la llegada de las Carabelas y las picaduras que ya están realizando a los bañistas -en Elche un niño de 11 años tuvo que ser hospitalizado el pasado fin de semana-, que pueden ser muy dolorosas y peligrosas (en algunos casos extremos pueden provocar la muerte), están estudiando medidas para acabar con ellas sin cerrar sus playas.
Y una de las medidas más llamativas la podría poner en marcha el Ayuntamiento de Alicante, que este lunes anunció que estudia el empleo de drones para vigilar sus playas y detectar a estas medusas para poder evacuarlas antes de que lleguen a la orilla. Igualmente, el consistorio también prevé colocar redes que protejan las playas y eviten que las Carabelas entren en las zonas de baño.
Así, los drones intensificarían las labores de vigilancia que ya están llevando a cabo los miembros del servicio de salvamento, quienes recorren las playas de la ciudad estos días. La ventaja del comportamiento de las Carabelas es que, a diferencia de otras medusas, mantienen la mitad de su cuerpo en la superficie, lo que facilita su detección y posterior evacuación.
En otras localidades alicantinas sí se está prohibiendo el baño, como en Benidorm o La Vila, decisiones que se tomaron este lunes y que estarán en vigor todo el día de hoy hasta que se compruebe que las playas son seguras.
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