La mejor forma de defensa es el ataque... o eso es lo que ha pensado el Partido Popular, ya que para respaldar a Cristina Cifuentes en la polémica de su máster ha recurrido a generar dudas sobre el currículum de otros políticos españoles.
La presidenta de la Comunidad de Madrid compareció el pasado miércoles en un pleno extraordinario en la Asamblea de Madrid para intentar explicar las sospechas que ensombrecen estos días su currículum. Tras eso, el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, aprovechó su intervención para dar un repaso a otros casos de biografías dudosas de la oposición.
Acorralados por la oposición, utilizaron la estrategia del contraataque y recordaron otros casos similares:
El exlehendakari Patxi López (PSOE) afirmaba en su currículum haber cursado estudios de Ingeniería Industrial, una carrera que nunca se ha confirmado que el político socialista vasco finalizase.
Ossorio quiso también ensombrecer al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por la velocidad con la que hizo su tesis doctoral. Añadió que, pese a que fuese "un caso que huele mal", no se le atacó tanto como a Cifuentes.
La eurodiputada del PSOE Elena Valenciano reconoció en el pasado que había falseado su currículum, pero que se debía a un fallo en la traducción. La polémica surgió en 2012 cuando Valenciano, que entró en Ferraz como telefonista, presentó en el Parlamento Europeo su CV, en el que señalaba que era “licenciada en Derecho y Ciencias Políticas”, cuando nunca se había graduado en ninguna de las dos titulaciones. En teoría, debía haber dicho "tiene estudios en...".
También sonado fue el caso de la beca universitaria de Iñigo Errejón. Ossorio atacó al diputado de la formación morada recordando que supuestamente "habría cobrado 1.825 euros mensuales de la Universidad de Málaga gracias a un enchufe de un compañero de Podemos y sin acudir por allí...". Errejón fue sancionado por no haber ido a Málaga y por compatibilizar sus retribuciones de Podemos con las de la universidad.
Lorena Ruiz-Huerta, la homónima de Ossorio por el partido de Iglesias dijo haber cursado un máster del que el PP duda porque, explican, han hablado con alumnos de ese curso que niegan haberla visto por las aulas.
El diputado de Cs en el Congreso, Miguel Gutiérrez, también es una de las víctimas del contraataque del PP. Según estos, el diputado decía en su currículum ser “doctor ingeniero”, titulación que equivale a la de ingeniero superior, cuando en realidad era ingeniero técnico.
Siguiendo con Cs, el número dos del partido en la Asamblea, César Zafra, también pudo haber hinchado su currículum porque “mintió sobre su experiencia laboral”. Se pusieron en entredicho varios trabajos de Zafra relacionados con el ámbito del “ocio digital”.
Pero la lista de altos cargos con currículos cuestionables no se queda ahí. A parte de los políticos nombrados por Ossorio, en el pasado saltó la polémica con otras muchas cuestionables biografías.
Un caso sonado fue el de la falsificación de quien fuera director general de la Guardia Civil Luis Roldán, que aseguraba ser economista sin serlo. Sin embargo, el tema pasó a segundo plano debido a sus otros problemas con la justicia por malversación, cohecho, fraude fiscal y estafa que le llevaron a la cárcel.
Un caso similar al de Elena Valenciano es el del presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, en cuya biografía en el Congreso constaba una licenciatura en Administración de Empresas (ADE) que en realidad también eran "estudios de...". Y algo parecido ocurría con el currículo del secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, licenciado en Medicina según la web del Congreso.
Finalmente, Joana Ortega, exvicepresidenta de la Generalitat de Catalunya, que aparecía como psicóloga en la web del gobierno catalán en 2011,pese a que le faltaba una asignatura y media y no terminó la carrera hasta finales de 2012. Según Ortega, se debió a un error de transcripción.
La lista de políticos que inflan sus biografías es interminable. Aparentar ser lo que no uno no es con un fin inexplicable. Estos "errores" no son exclusivos de la política española y en otros países europeos también se dan estos casos. La diferencia radica en que las consecuencias son muy distintas: unas polémicas que copan los noticias unos días aquí, dimisiones y ceses allí.
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