EE.UU. aplaude las sanciones de Japón contra Irán por su programa nuclear

Washington.- El Gobierno estadounidense aplaudió hoy la valentía de Japón al aprobar nuevas sanciones contra el régimen iraní por su programa nuclear, por el "costo" que puede tener para el país como socio comercial de Irán .

Estados Unidos consideró que estas sanciones "marcan un significativo paso adelante en los esfuerzos de la comunidad internacional para combatir la proliferación nuclear y prevenir el posible desarrollo de armas nucleares por parte de Irán".

"Reconocemos y apreciamos que, como un importante socio comercial de Irán, la decisión de Japón de poner en práctica con firmeza la resolución 1929 de la ONU no está exenta de costos", dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en un comunicado conjunto con el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

Japón se une a otras "naciones responsables" que han ejecutado sanciones contra Irán por no cumplir con sus obligaciones internacionales y recordaron que la Unión Europea, Australia, Canadá, y Noruega, además de Estados Unidos, ya han impuesto sanciones adicionales a las de la ONU.

El Gobierno de Japón, que ya había decidido nuevas sanciones contra Irán hace un mes, acordó hoy restringir las inversiones japonesas en proyectos de desarrollo de petróleo y gas, así como congelar los activos de 88 instituciones y 24 individuos iraníes.

Las sanciones aprobadas por Japón complementan las aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU en la resolución 1929 en junio para castigar a Irán por su programa de enriquecimiento de uranio y de desarrollo nuclear.

Clinton y Geithner subrayaron la valentía de Japón que ha incluido en su lista al Banco Mellat, la Guardia Revolucionaria Islámica (el cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes) y la naviera Islamic Republic of Iran Shipping Line e instó a otros países a seguir sus pasos para imponer "robustas medidas" contra el régimen iraní.

La última resolución de la ONU contra Irán establece nuevas restricciones a las operaciones de los bancos iraníes, al tiempo que incrementa el escrutinio de las transacciones en el exterior de las entidades financieras de ese país.

Asimismo, endurece el embargo de armas a Irán y sanciona a 40 entidades del país, entre ellas varias vinculadas a la naviera estatal iraní, así como a la Guardia Revolucionaria, al tiempo que refuerza el régimen de inspecciones a buques y aviones iraníes.