EE.UU. atenúa las sanciones antiterroristas en Somalia para aliviar la hambruna

  • Washington.- El Gobierno de EEUU anunció hoy que modificará su política de sanciones a quienes colaboren con grupos terroristas en Somalia, con el fin de garantizar que no se entorpece el flujo de ayuda a las víctimas de la hambruna en el sur del país.

Washington.- El Gobierno de EEUU anunció hoy que modificará su política de sanciones a quienes colaboren con grupos terroristas en Somalia, con el fin de garantizar que no se entorpece el flujo de ayuda a las víctimas de la hambruna en el sur del país.

El cambio de política pretende garantizar a las organizaciones humanitarias que, en sus intentos de hacer llegar alimentos a las regiones afectadas, se encuentran con barreras del grupo islámico radical Al Shabab, que "no serán objeto de sanciones" por relacionarse con ellos.

Al Shabab exige regularmente el pago de tasas a quienes quieran enviar cargamentos de comida a las áreas de Bakool y Baja Shabelle, donde la ONU declaró una hambruna el pasado 20 de julio.

Esa práctica ha disuadido a algunas organizaciones financiadas por Estados Unidos de finalizar los envíos de alimentos a esas zonas, ante el temor a represalias de Washington, que enfrenta a sanciones y cargos criminales a quienes provean de recursos a la milicia, incluida en la "lista negra" antiterrorista del Tesoro.

"Nuestra intención es asegurar a las organizaciones y a sus trabajadores que no deben temer ser procesados bajo las reglas del Tesoro siempre que actúen de buena fe", dijo hoy en una conferencia telefónica un alto funcionario del Departamento de Estado, que habló bajo la condición el anonimato.

La nueva política no se reflejará en un cambio de legislación, sino en una "nueva orientación para el Departamento del Tesoro" y su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) a la hora de aplicar las sanciones, según el funcionario.

Tras declararse el estado de hambruna en las regiones del sur de Somalia, Estados Unidos aumentó a 459 millones de dólares su ayuda al país africano este año, e intensificó sus esfuerzos para que organismos como el Fondo Mundial de Alimentos, que se retiró de la zona en 2010 ante las trabas de Al Shabab, pudieran volver.

No obstante, la ayuda en forma de alimentos aún no ha llegado a Somalia, donde unos 3,7 millones de personas están en una situación de crisis humanitaria.

"Nuestro objetivo número uno es salvar vidas. El tiempo no está de nuestra parte", dijo una alta funcionaria del Departamento del Tesoro.

La Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID) está "trabajando intensamente" para desplazar la ayuda "lo más rápido posible", y confía en "encontrar la forma de moverse de forma selectiva dentro del país para hacer llegar los cargamentos", explicó por su parte una representante de esa agencia.

Los funcionarios subrayaron que Al Shabab "no es un grupo monolítico" y que en varios casos han logrado hacer llegar la ayuda a algunas zonas del país "aunque estuvieran controladas" por la milicia islámica.

No obstante, reconocieron que la flexibilización de las regulaciones entraña el peligro de desviar parte de la ayuda humanitaria hacia Al Shabab.

"Sinceramente, existe un riesgo. Pero vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para prevenirlo", indicó uno de los funcionarios, quien subrayó que "dadas las dimensiones de la hambruna, debemos hacer todo lo humanamente posible para poner el bienestar de las personas en un primer plano".

Al Shabab anunció el mes pasado que volvería a permitir el paso a las zonas afectadas de las organizaciones occidentales de ayuda humanitaria, pero revirtió esa decisión semanas después.

La ONU ha iniciado negociaciones con la milicia para que no entorpezca el paso de los 300 millones de dólares que ha pedido a la comunidad internacional con los que considera que se podrían "salvar vidas de forma inmediata" en el sur de Somalia.

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