EE.UU. buscará un diálogo bilateral con Irán en las conversaciones de Ginebra

  • Washington.- Los negociadores de Estados Unidos que participarán mañana en la reunión del G6 con Irán, en Ginebra, tratarán de mantener también sesiones bilaterales con los representantes de la República islámica.

El G-6 y Solana se reúnen en Ginebra para ultimar los detalles de una reunión con Irán
El G-6 y Solana se reúnen en Ginebra para ultimar los detalles de una reunión con Irán

Washington.- Los negociadores de Estados Unidos que participarán mañana en la reunión del G6 con Irán, en Ginebra, tratarán de mantener también sesiones bilaterales con los representantes de la República islámica.

El G6 -EE.UU., China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania- negocia en nombre de la comunidad internacional para persuadir a Irán de que demuestre que su programa nuclear tiene fines pacíficos.

En declaraciones desde Ginebra divulgadas por el Departamento de Estado en Washington, altos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo la condición del anonimato indicaron que el formato de la reunión prevé la celebración de una serie de sesiones plenarias separadas por descansos informales.

Esos descansos, indicaron los altos funcionarios: "Nos darán a cada uno la oportunidad tanto de consultas entre los integrantes del G6 como de conversaciones aparte con los iraníes".

"Es una oportunidad de reforzar las preocupaciones que expondremos en la reunión", agregaron.

Las conversaciones de Ginebra, en las que participarán EE.UU., Rusia, China, Reino Unido, Francia -los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad- y Alemania para disuadir a Irán de sus ambiciones nucleares, son las primeras directas entre el G6 y Teherán desde hace catorce meses y Washington las ha descrito como "clave".

La delegación estadounidense, encabezada por William Burns, el "número tres" del Departamento de Estado, exigirá a Irán que permita el acceso sin ningún tipo de restricciones de los inspectores internacionales a la planta de enriquecimiento de uranio que Teherán tiene en las afueras de Qom y cuya existencia se reveló la semana pasada.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha ofrecido a Irán una nueva relación si este país acepta cumplir sus compromisos internacionales y demuestra que, como asegura, su programa nuclear tiene fines pacíficos y no busca la fabricación de bombas.

Hasta ahora, sin embargo, Irán ha hecho caso omiso de los intentos de acercamiento y los funcionarios estadounidenses acuden al encuentro sin grandes esperanzas de que, al menos inicialmente, la República islámica dé pasos significativos.

Estados Unidos, junto a Francia y el Reino Unido, ha advertido a Irán que debe responder positivamente so pena de sanciones, que podrían llegar a finales de año. Alemania ha expresado su apoyo a esta posición.

Rusia y China se han mostrado más renuentes a la imposición de sanciones, aunque en los últimos días las autoridades rusas han apuntado la posibilidad de apoyar la imposición de sanciones si llegara el caso.

"Estamos comprometidos con negociaciones significativas para resolver lo que son unas preocupaciones crecientes internacionales sobre el problema nuclear iraní" pero al mismo tiempo "esto no puede ser un proceso sin fin, hablar por hablar", indicaron los altos funcionarios.

"Debemos ver pasos prácticos y medidas concretas, y tenemos que verlas puestas en marcha inmediatamente", declararon.

A pesar de las nubes que rodean al encuentro por la existencia de la segunda planta nuclear iraní, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, aseguró hoy que su país está dispuesto a mantener unas "negociaciones largas" en Ginebra si éstas son "constructivas y buscan propósitos".

"En esta primera reunión se podrá comprobar el nivel de honestidad de algunos países y su compromiso respecto a la ley, la justicia y el respeto mutuo", afirmó Ahmadineyad.

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