EE.UU. pide un alto el fuego en la República Democrática del Congo

  • El Gobierno estadounidense pidió hoy un alto el fuego en la República Democrática del Congo (RDC) después de que el movimiento rebelde M23 entrara en la ciudad oriental de Goma, al este del país y fronteriza con Ruanda.

Washington, 21 nov.- El Gobierno estadounidense pidió hoy un alto el fuego en la República Democrática del Congo (RDC) después de que el movimiento rebelde M23 entrara en la ciudad oriental de Goma, al este del país y fronteriza con Ruanda.

Estados Unidos condenó la campaña militar de los rebeldes y la consideró como una "afrenta a la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo", según dijo en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

Además de un alto el fuego y la devolución de la ciudad de Goma a las autoridades de la RDC, Estados Unidos pidió a todos los países que "usen su influencia" para que los rebeldes acaben "de inmediato" con las hostilidades.

En este sentido, urgió al presidente congolés, Joseph Kabila; al presidente ruandés, Paul Kagame, y al ugandés, Yoweri Museveni, a mantener un diálogo "directo" y "honesto" para buscar una solución pacífica.

Asimismo, abogó porque se incluya a otros estados relevantes en la región "para resolver las causas fundamentales de la crisis" y alcanzar una solución a largo plazo que permita garantizar la estabilidad en la región.

Nuland reafirmó el apoyo de EE.UU. al comunicado emitido el pasado 17 de noviembre por el Consejo de Seguridad de la ONU en el que se pidieron sanciones adicionales para los cabecillas el M23 y el cese de cualquier ayuda externa o de suministro de equipos.

"Creemos que es fundamental que cualquier solución a la crisis incluya que los líderes del M23 sean responsables de los abusos de los derechos humanos (que han cometido) y las violaciones del derecho internacional humanitario", subrayó Nuland.

El M23 lo forma un grupo de soldados congoleños amotinados y fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y contra la humanidad.

En los últimos meses, la zona oriental de la RDC ha vivido numerosas disputas entre el Ejército y los rebeldes del M23, que se alzaron el pasado abril para protestar por la pérdida de poder que había impuesto el Ejecutivo de Kinshasa a su líder, y reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno.

Estos enfrentamientos han forzado a huir de sus hogares a cientos de miles de personas, que buscan refugio también en países vecinos como Uganda y Ruanda.

Ntaganda, con un amplio historial de motines, se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a detener, en 2009, a Laurent Nkunda, antiguo señor de la guerra y general del Ejército congoleño.

La RDC está inmersa aún en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), en la que se vieron implicados varios países africanos, y tiene desplegada la mayor misión de paz de la ONU.

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