EEUU acusa a 2 de sus ciudadanos de participar en intento golpista en Gambia

  • Estados Unidos acusó hoy a dos de sus ciudadanos de participar en el intento de golpe de Estado perpetrado en Gambia el 30 de diciembre por un grupo de militares que aprovecharon la ausencia en el país del presidente, Yahya Jammeh, para atacar el Palacio Presidencial.

Beatriz Pascual Macías

Washington, 5 ene.- Estados Unidos acusó hoy a dos de sus ciudadanos de participar en el intento de golpe de Estado perpetrado en Gambia el 30 de diciembre por un grupo de militares que aprovecharon la ausencia en el país del presidente, Yahya Jammeh, para atacar el Palacio Presidencial.

Los acusados son Papa Faal, de 46 años, con la doble nacionalidad estadounidense y gambiana y residente en Brooklyn Center (Minesota) y Cherno Njie, de 57 años, ciudadano estadounidense con ascendientes gambianos y que vivía en Austin (Texas), detalló el Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado.

De acuerdo con el escrito de acusación, al que tuvo acceso Efe, el mes pasado Njie y Faal viajaron por separado desde los Estados Unidos a Gambia con el objetivo de derrocar al Gobierno gambiano y "restaurar la democracia en el país y mejorar la vida de sus ciudadanos".

Por viajar a una nación "amiga" desde los Estados Unidos con intenciones golpistas, ambos se enfrentan a los cargos de conspiración para violar las Leyes de Neutralidad de EE.UU. y de conspirar para poseer armas de fuego y perpetrar actos de violencia.

Sin embargo, la acusación confiere a Njie, cuyo seudónimo era "Dave", un papel principal en la trama al considerar que este hombre de negocios financió la conspiración y estaba destinado a servir "como líder interino de Gambia una vez que el golpe de Estado se hubiera efectuado con éxito".

Además, según la acusación, antes de partir a Gambia, entre agosto y octubre de 2014, Faal y sus secuaces compraron "múltiples armas" y las enviaron a Gambia para que fueran utilizados durante el golpe de Estado.

Un fusil semiautomático M4, gafas de visión nocturna, chalecos antibalas, munición, pantalones negros y botas militares fueron algunos de los utensilios presuntamente adquiridos por los golpistas.

Al igual que los dos estadounidenses, otros entre 10 y 12 miembros de la trama entraron en Gambia para perpetrar el golpe de Estado con la esperanza de que se unieran a ellos otros ciudadanos del país y les apoyaran.

Entre los presuntos golpistas al parecer también hay personas de Reino Unido, según el escrito de acusación.

Así, el 30 de diciembre, los presuntos conspiradores, entre los que se encontraba Faal, se reunieron en un bosque cerca del Palacio Presidencial, donde reside el presidente del país, y se dividieron en dos equipos de asalto, apodados "Alfa" y "Bravo".

Njie, supuesto líder de la trama, no estaba presente en esta reunión y esperaba en un lugar seguro hasta que los presuntos golpistas tomaran el control del Palacio Presidencial.

Sin embargo, cuando uno de los equipos de asalto se acercó al Palacio Presidencial y disparó al aire, los guardias comenzaron a disparar desde las torres de vigilancia.

Como resultado de los disparos, muchos de los presuntos golpistas resultaron muertos o heridos aunque tanto Faal como Njie fueron capaces de escapar y regresar a los Estados Unidos, donde fueron detenidos.

Hasta ahora, los dos hombres han permanecido bajo custodia y hoy se espera que Njie comparezca en un Juzgado del Distrito de Baltimore (Maryland), mientras que Faal lo hará en uno de Minneapolis (Minesota).

El secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, expresó la condena enérgica de u país a "tales conspiraciones" y dijo que "con estas graves acusaciones, los Estados Unidos se ha comprometido a hacer a los dos hombres plenamente responsables de sus actos".

El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, que ha evitado calificar el ataque como golpe de Estado, atribuyó la autoría a "grupos terroristas apoyados por potencias extranjeras", aunque evitó dar nombres.

Nacido en 1965, Yahya Jammeh llegó al poder en 1994, con solo 29 años, tras un golpe de Estado y desde entonces ha ganado cuatro elecciones consecutivas, aunque ha recibido numerosas denuncias por violar derechos humanos y hostigar a la sociedad civil y a la oposición.

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