EL EFECTO 'ISLA DE CALOR' DUPLICA EL COSTE DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS CIUDADES

Combatir el cambio climático podría suponer un coste 2,6 veces mayor en las ciudades que en el resto del mundo debido al efecto 'isla de calor urbano', que ocurre cuando las superficies naturales, como la vegetación y el agua, son reemplazadas por el hormigón y el asfalto junto con otros factores como los automóviles y el aire acondicionado.
Así lo afirma un equipo internacional de economistas en un estudio publicado en la revista 'Nature Climate Change', que muestra los costes económicos totales causados por el cambio climático tras analizar 1.692 ciudades. Para la localidad más pobre, las pérdidas podrían alcanzar el 10,9% del PIB a finales de este siglo, en comparación con el promedio mundial del 5,6%.
Las temperaturas más altas dañan la economía de varias maneras: se usa más energía para enfriar, el aire está más contaminado, la calidad del agua disminuye y los trabajadores son menos productivos.
Los autores, de la Universidad de Sussex (Reino Unido), la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Libre de Ámsterdam (Países Bajos), dicen que su nueva investigación es significativa porque se hace mucho hincapié en abordar el cambio climático global y no desde el punto de vista local.
"Cualquier victoria duramente ganada sobre el cambio climático a escala mundial podría ser aniquilada por los efectos de las islas incontroladas de calor urbano. Mostramos que las estrategias de adaptación en la ciudad para limitar el calentamiento local tienen importantes beneficios económicos netos para casi todas las ciudades alrededor del mundo", asegura Richard Tol, profesor de Economía de la Universidad de Sussex.
Aunque las ciudades sólo cubren alrededor del 1% de la superficie de la Tierra, producen alrededor del 80% del Producto Mundial Bruto, consumen alrededor del 78% de la energía mundial y son el hogar de más de la mitad de la población mundial, por lo que las medidas que limiten los elevados costes económicos y sanitarios del aumento de las temperaturas urbanas deben ser una prioridad para los responsables políticos, según los investigadores.
SOLUCIONES
El equipo de investigación realizó un análisis coste-beneficio de diferentes políticas locales para combatir las islas térmicas urbanas, tales como pavimentos frescos diseñados para reflejar más luz solar y absorber menos calor, tejados fríos y verdes, y vegetación en expansión en las ciudades.
La medida más barata, de acuerdo con este modelo, es una instalación a escala moderada de pavimentos y tejados frescos. Cambiar un 20% de los tejados de una ciudad y la mitad de sus pavimentos a formas 'frescas' podría reducir las temperaturas del aire en aproximadamente 0,8 grados.
"Está claro que hasta ahora hemos subestimado el impacto dramático que las políticas locales podrían hacer en la reducción del calentamiento urbano. Sin embargo, esto no tiene por qué ser un escenario. De hecho, los mayores beneficios para reducir los impactos del cambio climático se logran cuando se implementan conjuntamente medidas globales y locales. Incluso cuando los esfuerzos globales fracasan, mostramos que las políticas locales aún pueden tener un impacto positivo, por lo que son al menos un seguro útil para los malos resultados climáticos en la escena internacional", concluye Tol.

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