El pasado 14 de octubre de 2018 una pieza de una de las cornisas de granito de la torre de la Catedral Primada de Toledo se desplomó hacia la calle Arco de Palacio. La piedra que cayó pesaba 20 kilos. A pesar de que cayó en una zona habitualmente extremadamente concurrida, lo hizo de madrugada sin causar daños personales. Para hacernos una idea, la torre toledana tiene 50 metros de altura y las de Notre Dame, 69. Y aunque las cifras de visitantes de estos dos templos góticos no son comparables (el patrio supera levemente el millón de visitantes anuales y la seo gala con 12 millones es el monumento más visitado del mundo), hoy sí podemos establecer coincidencias entre estas dos obras maestras del gótico que arrancaron en el siglo XI y culminaron entre los siglos XIV y XV.
Y es que justo ahora, coincidiendo con la tragedia de la catedral más simbólica de Francia, se había anunciado hacía apenas unos días la solicitud de permisos para emprender la rehabilitación de la torre gótica toledana. Unas obras que la máxima autoridad de este templo español, el deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, ha cifrado en 800.000 euros. Recordar aquí que las de Notre Dame se elevaban a seis millones.
"No hay seguro que cubra una catástrofe"
La concejal de Cultura del Ayuntamiento de Toledo, Nuria Cogolludo, ha calificado de "catástrofe" el incendio de París y se ha mostrado confiada en que los informes de la investigación del suceso sirvan de base para que las empresas dedicadas a la reconstrucción del patrimonio histórico y artístico mejoren las medidas de seguridad cuando actúan sobre edificios de gran valor cultural.
Por su parte, el deán de la catedral de Toledo está cansado hoy de insistir en que se tomarán medidas de seguridad extraordinarias para la rehabilitación de la Catedral Primada, pero nadie está libre de una catástrofe. "No hay seguro que lo cubra", recalca y añade que los trabajos tendrán una media de duración de siete meses.
Se extremarán las precauciones
Al hilo del devastador incendio parisino, Cogolludo añadió que la investigación de lo ocurrido servirá de experiencia para mejorar las medidas de seguridad en futuros trabajos de restauración de estos monumentos. "Se extremarán las precauciones", ha incidido.
Por su parte, el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, ha anunciado que se pondrá en marcha una revisión de las instalaciones de los grandes monumentos españoles ya que, aunque en general se tratar de instalaciones seguras, el incendio de la catedral de Notre Dame en París ha supuesto una "alerta".
En declaraciones a RNE, el ministro ha indicado que "a raíz de esto se va a plantear por las autonomías y por el Ministerio de Cultura revisar todo este tema; es una consecuencia evidente". Según el titular de Cultura, "seguridad al cien por cien no existe para los monumentos ni para nada" y que lo que hay son "políticas preventivas". También ha incidido en el gran peligro que suponen para estos monumentos con grandes armazones de madera la existencia de instalaciones eléctricas antiguas.
La Sagrada Familia, el monumento más visitado de Barcelona con 4,5 millones de turistas anuales, ha emitido un comunicado oficial tras el aluvión de preguntas de los medios de comunicación. En él se detalla que la Basílica "dispone de un plan de autoprotección de acuerdo con la normativa vigente (Decreto 30/2015 de la Generalitat de Cataluña)".
Se trata de un plan "registrado en la plataforma Hermes, aprobado por Protección Civil y que cuenta con el informe favorable de Bomberos de Barcelona", han añadido. El plan de autoprotección "recoge todas las actividades desarrolladas en la Basílica, incluyendo su construcción, los actos de culto y las visitas. Un plan similar al de la Catedral de Toledo, que posee además una red de hidrantes propia.
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