Ejército de Pakistán lanza ofensiva terrestre en las zonas tribales

  • Las Fuerzas Armadas de Pakistán lanzaron una ofensiva contra los rebeldes islamistas en una zona tribal, en una nueva etapa de la campaña iniciada el año pasado.

La infantería paquistaní penetró en el valle de Shawal, en la zona tribal de Waziristán del Norte, tras una serie de ataques aéreos que causaron la muerte de 43 rebeldes, anunció el ejército.

Ese balance no pudo ser corroborado con fuentes independientes.

La zona es conocida por ser desde hace décadas un bastión de insurgentes islamistas de diferentes tendencias y, desde 2007, del Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), principal blanco de la actual ofensiva.

"Comenzó la operación terrestre en Shawal", anunció en su cuenta Twitter el portavoz del ejército, el general Asim Bajwa.

El jefe de estado mayor del ejército, el general Raheel Sharif quiere llevar a término la ofensiva lo más rápidamente posible, agregó el portavoz.

Según los expertos, la ofensiva de Shawal significa que el ejército inició la última fase de la campaña militar lanzada en junio de 2014.

Shawal "es el último refugio de los rebeldes y pienso que el ejército se dirige hacia el fin de la operación", dijo a la AFP Hasan Askari, un experto local en temas de seguridad.

"Si el ejército no lo hace en los dos próximos meses, la tarea será más difícil debido al invierno", agregó.

"Al parecer, la preparación aérea de la ofensiva fue exitosa y que ahora es posible para el ejército tomar el control del territorio", sostuvo Hasan Askari.

Desde el inicio de la ofensiva en 2014, el ejército mató a más de 3.000 insurgentes y sufrió muy pocas bajas, según sus portavoces.

Sin embargo es muy difícil realizar una evaluación independiente de la situación, debido al aislamiento de la región, la falta de seguridad y la prohibición para los periodistas de moverse en la zona sin el ejército.

Desde el inicio de la ofensiva, que provocó el éxodo de centenas de miles de habitantes hacia las regiones vecinas o hacia Afganistán, el número de ataques rebeldes disminuyó mucho en Pakistán, dando una sensación de seguridad inédita en los últimos diez años.

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