"El acoso a los periodistas en Cataluña recuerda el tiempo más duro de ETA"

  • "Es dramático. Ya algo iba mal cuando se produjeron los editoriales conjuntos en Cataluña", destaca la presidenta de la FAPE,  Elsa González.
Cartel contra Jordi Évole de 'Súmate'
Cartel contra Jordi Évole de 'Súmate'

"La asfixia informativa en Cataluña recuerda a los años más duros de ETA (salvando las distancias de que allí existía una banda terrorista)". Así de categórico se muestra el vicepresidente de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Alfonso Armada, al hacer referencia al acoso que sufren los periodistas en Cataluña. El informe realizado por esta entidad, demoledor, lo pone de manifiesto con ejemplos concretos. No son opiniones, son declaraciones de periodistas que han sufrido en sus carnes el acoso. 

"Es tremendo. Cuando salió el editorial conjunto de los periódicos catalanes ya fue un indicio de que algo iba mal", señala Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de Prensa en España (FAPE). Desde RSF se señala que "empezamos a trabajar en el informe en verano, antes del 1-O, pero desde ese momento las coacciones han sido cada vez más intensas. Ahora reciben la felicitación por sacar a la luz esta realidad en el informe desde distintos ámbitos, incluso de gente del cine y del teatro. Lo hacen de forma privada porque no se atreven a hacerlo de forma pública. Esa es la terrible realidad en Cataluña".

Listas negras, ciberacoso, presiones políticas... son el día a día de muchos periodistas en Cataluña. Y no solo de profesionales españoles, sino que esta presión alcanza también a corresponsales extranjeros. Estos confiesan que en algunas Consellerías están catalogados como ‘muy sensibles al tema catalán’ o ‘muy críticos con el independentismo’. "Son tácticas propias de regímenes totalitarios", destaca en su informe Reporteros Sin Fronteras. 

Dada la fijación del Govern por lo que opinen del procés en Europa y ganar adeptos para la causa, los corresponsales son mirados con lupa por las autoridades catalanas. En la lista de distribución de whatsapp para corresponsales, Joan María Piqué, responsable de Comunicación Exterior de la Generalitat, "aprovecha para enlazar artículos, aconsejar el visionado de documentales o facilitar datos, envíos todos ellos con fuerte sesgo político", revelan. 

Las estrellas no se libran del acoso

Las estrellas tampoco se libran del acoso. “He dudado mucho antes de publicar este artículo. Últimamente me pasa que escribo con miedo, demasiado pendiente del qué dirán. La autocensura está ganando la

batalla, y eso me horroriza”, escribía el conocido reportero Jordi Évole en una de sus recientes columnas de El Periódico de Catalunya, titulada “Difamen al equidistante”. La entrevista con Puigdemont tampoco le ayudó. Su rostro en carteles con el término 'Se Busca' apareció por las calles. Súmate, la entidad que agrupa a independentistas castellanoparlantes fue responsabilizada de ello; no en vano, publicó un tuit con la cara del presentador y el término se busca y la consigna “Colaborador equidistante del Periódico, se le vio recientemente en Twitter”.

Campañas de descrédito, intentos de boicot y amenazas contra Enric Hernández, director de El Periódico.
Campañas de descrédito, intentos de boicot y amenazas contra Enric Hernández, director de El Periódico.

No es el único. Enric Hernàndez pagó cara su exclusiva en El Periódico sobre los atentados de Barcelona. RSF confirma que ha recibido amenazas de muerte. Cristian Segura, del diario El País, sufrió el acoso por unas comillas referidas a Lluis Llach sobre las consecuencias para los que no apoyaran la ley de Transitoriedad Jurídica. Beatriz Navarro, de la Vanguardia, pagó caro publicar una entrevista con las ideas de Juncker sobre el lugar de una Cataluña independiente en la UE.

La FAPE no ha querido caldear el ambiente

"Es un problema gravísimo, se está trabajando en una ambiente de presión ambiental, entre gritos o insultos, o coacciones, y eso conlleva si no a la censura sí al menos a la autocensura", destaca Elsa González de la FAPE. 

¿Y qué ha hecho la FAPE al respecto? Su presidenta es sincera: "No hemos querido caldear más el ambiente, preferimos que la serenidad sea la que se imponga, además si los profesionales tampoco formalizan sus quejas es complicado. Nadie quiere estar en una diana". 

Porque los periodistas siguen, aunque "la crisis de los medios ha provocado que las subvenciones por parte de la política no favorecen ni la transparencia ni el rigor, dos rasgos esenciales para no perder la credibilidad de la sociedad", confirma González. 

Los políticos, añade, deberían ser los fomentaran el clima social para poder trabajar en libertad. Y los periodistas no perder la deontología. 

Aunque también hay acosos por parte de las posturas contrarias al independentismo y de la derecha extrema, Reporteros Sin Fronteras deja claro que "no es comparable al acoso sistemático de los que defienden el discurso independentista". La realidad es que una población informada es aquella que "separa hechos de opiniones y hay medios que apelan más a la emoción que a la razón". 

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