El acusado de apuñalar a Palomino dice "arrepentido" que "no quería quitar la vida a nadie"

  • Madrid.- El soldado profesional Josué Estébanez, acusado de asesinar de una puñalada en 2007 al joven antifascista Carlos Palomino, ha declarado hoy que "se arrepiente" de lo sucedido ya que "no quería quitar la vida a nadie", pero que le "entró mucho miedo" y "no supo reaccionar".

Madrid.- El soldado profesional Josué Estébanez, acusado de asesinar de una puñalada en 2007 al joven antifascista Carlos Palomino, ha declarado hoy que "se arrepiente" de lo sucedido ya que "no quería quitar la vida a nadie", pero que le "entró mucho miedo" y "no supo reaccionar".

"Lo siento mucho, yo no quería hacer nada de eso, no sabía que iba a llegar a tanto", se ha manifestado Estébanez en el turno de última palabra con el que ha finalizado el juicio que se ha seguido contra él en la Audiencia Provincial de Madrid desde el pasado día 14.

La Fiscalía solicita para el acusado 30 años de prisión por los delitos de asesinato y de intento de homicidio, mientras que la familia de Palomino y la acusación popular piden 37 años de cárcel al considerar que se dan también los delitos de amenazas y de tenencia ilícita de armas.

La defensa de Estébanez, por su parte, pide su libre absolución al considerar que el apuñalamiento de Palomino por parte del acusado que puede verse en la grabación de seguridad del metro que se ha exhibido en el juicio constituye un homicidio imprudente con las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable.

Así lo ha explicado hoy su letrado durante la exposición de sus conclusiones, en la que durante casi dos horas ha reiterado la versión de los hechos ofrecida por su defendido, que afirmó en su declaración que cuando los jóvenes antifascistas entraron en el vagón en que se encontraba, se vio "acorralado" y "tuvo miedo".

Así, ha rebatido la petición de la fiscal de que el crimen se considere motivado por una "discriminación ideológica", ya que ha mantenido que el acusado no milita en ningún partido ni organización política de extrema derecha sino que tiene una "personalidad ideológica neutra".

El abogado, que ha calificado de "banda criminal" al grupo antifascista al que pertenecía Palomino y ha afirmado que estos colectivos "no tienen ideología, al igual que no la tienen los nazis", ha insistido en que Estébanez "no agredió a personas que estuvieran manifestando sus ideas, dando un mitin o realizando una asamblea", por lo que a su entender no tiene cabida esta agravante.

En la misma línea, ha puesto en duda la fiabilidad de los testigos protegidos que han declarado en el juicio al considerar que tienen una "afinidad tribal" con el fallecido.

El abogado, que ha mantenido que su cliente "no tenía ánimo de matar", ha afirmado también que el puñal empleado, que según él era una pequeña navaja de las que se emplean en el ejército para comer durante las maniobras, "está en el 'mínimo minimorum' de las armas, por debajo hay quizá un cortauñas".

Por su parte, las acusaciones se han adherido en general a lo expuesto ayer por la fiscal y han insistido en la pertinencia de aplicar la agravante de "odio ideológico" al considerar probado que Estébanez simpatizaba con las ideas de extrema derecha y que cometió el crimen porque su víctima profesaba las contrarias.

En declaraciones a los medios a la salida del juicio, la madre de Palomino, María Victoria Muñoz, ha tachado de "vergonzosa" la intervención del abogado de la defensa y ha afirmado que "ha quedado claro que Josué ha tenido un defensor con unas ideas muy cercanas al neonazismo".

Además, ha hecho referencia a las palabras de arrepentimiento de Estébanez: "Yo no se lo voy a perdonar. Le deseo lo peor de lo peor en esta vida", ha afirmado antes de reunirse con las decenas de jóvenes que se concentraban ante el tribunal con cantos y pancartas de apoyo y que la recibieron entre aplausos, como cada día desde el comienzo del juicio.

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