El anciano acusado de degollar a su mujer dice que se defendió de un ataque

  • Santander.- El hombre de 80 años acusado de degollar a su mujer ha asegurado hoy que la mató para defenderse porque ella le agredió primero con un cuchillo, una versión que contrasta con la de los forenses, que sostienen que el corte en el cuello fue "de ataque", hecho por detrás y con "gran fuerza".

Juzgan a un anciano acusado de matar a su mujer de una cuchillada en Piélagos (Cantabria)
Juzgan a un anciano acusado de matar a su mujer de una cuchillada en Piélagos (Cantabria)

Santander.- El hombre de 80 años acusado de degollar a su mujer ha asegurado hoy que la mató para defenderse porque ella le agredió primero con un cuchillo, una versión que contrasta con la de los forenses, que sostienen que el corte en el cuello fue "de ataque", hecho por detrás y con "gran fuerza".

La Audiencia de Cantabria ha iniciado esta mañana el juicio contra Mariano R.G., para el que el Fiscal y las acusaciones particulares, ejercidas por sus tres hijos y por el Gobierno regional, piden 19 años de cárcel por asesinar en noviembre de 2007 a su mujer, de la que tenía una orden de alejamiento.

La defensa del acusado solicita que se le imponga una pena de 7 años de cárcel, con las atenuantes de dilaciones indebidas, confesión y reparación del daño, por un delito de homicidio, con el argumento de que la mató después de una discusión, en un forcejeo.

"Si no le quito el cuchillo, ella me mata a mi", ha afirmado hoy Mariano R.G. durante el juicio, del que ha sido expulsado por el presidente de la sala, Agustín Alonso Roca, por interrumpir la declaración de unos de sus hijos.

El magistrado también le ha tenido que pedir que guardara respeto a la Fiscalía y a las acusaciones particulares, a cuyas preguntas se ha negado a responder.

Mariano R.G. ha relatado, a preguntas de su abogado, que fue a ver a su mujer a la casa que su hija tiene en Puente Arce, donde vivía tras la separación, porque ella le llamó.

Cuando fue a entrar en la casa, su mujer le puso un cuchillo en el pecho que él trato de quitarle, por lo que, según su versión, hubo un forcejeo.

"Ella se hizo la fuerte y al quitárselo (el cuchillo) quizá la corte demasiado. No sé lo que la pude cortar", ha apostillado Mariano R.G., quien ha asegurado que está "totalmente arrepentido" de lo ocurrido. "Fue una cosa tan rápida y tan injusta...", ha añadido.

Después de lo sucedido, se fue andando a Boo de Piélagos, cogió un tren hasta Adarzo y se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Santander con la intención de denunciar a su mujer.

Sin embargo, los forenses que participaron en el levantamiento del cadáver y que después practicaron la autopsia a la víctima, que cuando murió tenía 76 años, han asegurado que la herida en el cuello, hecha por detrás, era "de ataque", exige una gran fuerza y en ningún caso pude causarse sin intención.

Los guardias civiles que le recibieron en el cuartel de Santander han relatado que Mariano R.G. llegó con el jersey manchado con mucha sangre, sobre todo en las mangas, y contó que su mujer le había intentado agredir y que quería denunciarla.

Una patrulla de la Guardia Civil se trasladó hasta la vivienda de Puente Arce y encontró a la mujer tendida boca abajo en el suelo de la cocina, con la cabeza casi debajo de la mesa, sobre un gran charco de sangre.

Fuera de la casa estaba aparcado el vehículo de Mariano. Según los guardias civiles que han declarado hoy, la manilla de la puerta del conductor estaba manchada de sangre y debajo de la alfombrilla encontraron un cuchillo con restos de sangre.

Los agentes localizaron en la vivienda del acusado, sobre la cama, un juego de cuchillos en el que faltaba el encontrado en el vehículo.

Dos de los hijos de la víctima han contado que su padre maltrataba psicológicamente a su madre desde que ellos eran pequeños, con continuos insultos, y que no soportaba que le llevaran la contraria o que ella estuviera contenta.

Uno de ellos ha dicho que su madre tenía muchísimo miedo de su padre y que tardó en denunciarle porque pensaba que nadie la iba a proteger.

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