El autor del zapatazo al primer ministro turco dice que la expulsión "le manda a la muerte"

  • Sevilla.- El kurdo que lanzó un zapato contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, tras un acto en Sevilla ha dicho hoy al juez que solo pretendía protestar por la situación de los derechos humanos y ha dicho que, en caso de ser expulsado de España, como pide el fiscal, "le mandan a la muerte".

En libertad el kurdo que arrojó un zapato al primer ministro turco en Sevilla
En libertad el kurdo que arrojó un zapato al primer ministro turco en Sevilla

Sevilla.- El kurdo que lanzó un zapato contra el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, tras un acto en Sevilla ha dicho hoy al juez que solo pretendía protestar por la situación de los derechos humanos y ha dicho que, en caso de ser expulsado de España, como pide el fiscal, "le mandan a la muerte".

El juzgado penal 9 de Sevilla ha dejado hoy visto para sentencia el juicio contra Hokman Joma, de 27 años, tras una petición de la Fiscalía de tres años y ocho meses de prisión por delitos contra la comunidad internacional, atentado contra la autoridad y resistencia grave, con la sustitución de dichas penas por la expulsión del territorio nacional.

El acusado, que permanece encarcelado desde los hechos ocurridos el pasado 22 de febrero, ha sido recibido a las puertas de los juzgados por los aplausos de varios amigos y simpatizantes y ha contado en la sala de vistas con el apoyo de representantes de la Asociación pro Derechos Humanos (APDH) y del parlamentario andaluz de IU-LV-CA José Manuel Mariscal.

En su declaración, el acusado ha afirmado que su intención no era lesionar al primer ministro, al que no alcanzó el zapato pues estaba a unos 15 metros de distancia, sino llamar la atención sobre la situación de la minoría kurda, que a su juicio es desconocida en Europa a diferencia de lo que ocurre con Palestina o el Sahara.

El fiscal ha justificado su petición de expulsión porque Joma ha solicitado varias veces desde 2005 asilo político en España y se le ha denegado tras haber contado "con todas las garantías legales" para explicar sus razones.

En cuanto al atentado contra las relaciones internacionales, el fiscal ha reconocido que el zapato no llegó a lesionar a Erdogan, pero ha explicado que los atentados contra autoridades extranjeras están expresamente definidos como delito por un convenio de la ONU de 1973.

La resistencia a la autoridad ha quedado demostrada por el testimonio de los dos policías que lo redujeron, según los cuales Joma ejerció una resistencia "de leve a moderada" hasta que cayó al suelo.

El abogado defensor, Luis Ocaña, ha pedido la absolución y ha opuesto la petición de la Fiscalía de tres años y ocho meses de cárcel con el año de cárcel a que fue condenado un periodista iraquí que, en diciembre de 2008, lanzó un zapato al entonces presidente norteamericano George Bush, y ha afirmado que en la cultura oriental lanzar un zapato es una señal de crítica.

Ha comparado los hechos con el gesto despectivo (una higa) del ex presidente José María Aznar a unos jóvenes que le increpaban y ha dicho que, con independencia de que pueda parecer desabrido o maleducado, el gesto de Joma "no va más allá de un contenido crítico o disidente".

Además, según el defensor, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución española proclaman la libertad de expresión, normas superiores al convenio internacional invocado por la Fiscalía.

Luis Ocaña ha asegurado que Joma no pretendía menoscabar la integridad física del primer ministro sino solo protestar en el contexto de una crítica política, precisamente porque Erdogan salía del Ayuntamiento de Sevilla, donde había recogido un premio por su labor a favor de la alianza de civilizaciones.

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