El cadáver aparecido en Álava es el de la policía desaparecida de Logroño

Logroño.- El cadáver hallado el pasado día 15 de noviembre en el río en Baños de Ebro (Álava) corresponde a la policía M.V.A.C., desaparecida de Logroño desde el pasado 2 de noviembre.

El ex marido de la agente, B.M.M., un policía retirado con antecedentes por un delito de homicidio por imprudencia, permanece en la prisión de Logroño acusado de homicidio.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Logroño ha recibido hoy los resultados de las muestras de ADN recogidas del cadáver, que confirman que se trata de la funcionaria del Cuerpo Nacional de Policía, informó el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) en un comunicado.

La juez de Violencia sobre la Mujer de Logroño mantiene el secreto de las actuaciones y espera de recibir "cuanto antes" el resultado de la autopsia practicada a la agente en el Instituto Anatómico Forense de Vitoria, que está pendiente del análisis de los restos que se enviaron al Instituto de Toxicología de Madrid.

Los compañeros de M.V.A.C., destinada en el servicio de conducción de presos de la Comisaría de Logroño, se extrañaron cuando el pasado lunes 2 de noviembre esta mujer policía, de 35 años y natural de Granada, no acudió a su trabajo en Logroño.

Al no ir tampoco al día siguiente ni dar señales de vida, los agentes fueron a buscarla a su casa de Lardero, localidad dormitorio cercana a Logroño, donde no la encontraron, pero sí constataron que en el piso había señales de violencia.

Ante estos hechos, los policías detuvieron a su ex marido, B.M.M., un policía retirado de 36 años natural de Madrid y residente en Nalda (La Rioja), con antecedentes por un delito de homicidio por imprudencia, por haber asfixiado a un ciudadano marroquí en Ceuta en el año 2003.

La policía interrogó a B.M.M. y lo mantuvo en los calabozos de la Comisaría hasta la noche del domingo día 8 de noviembre pero el ex agente negó toda relación con la desaparición de su ex mujer, con la que tiene una hija de tres años de la que tiene la custodia.

Pasadas las 72 horas que estipula la ley, B.M.M. fue puesto a disposición del juez de guardia de Logroño que, a instancias del fiscal, ordenó su ingreso en la prisión de la capital riojana, donde continúa.

Una semana más tarde, a última hora de la tarde del domingo 15 de noviembre, una mujer que paseaba por las orillas del Ebro en la localidad alavesa de Baños de Ebro, situada a unos 25 kilómetros de Logroño, encontró un cadáver entre las ramas de un árbol, cerca de la presa de la pequeña central hidroeléctrica de este pueblo.

La Policía autonómica vasca acordonó la zona y recogió evidencias en el lugar de los hechos, hasta que el juez de guardia de Vitoria ordenó horas más tarde el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Vitoria donde se le practicó la autopsia.

Este primer examen demostró que el cuerpo había permanecido alrededor de 15 días en el agua por lo que resultaba imposible ser identificado por medio de las huellas dactilares.

La autopsia tampoco reveló si el cuerpo había sido objeto de violencia o si tenía heridas o contusiones y, ante este cúmulo de circunstancias, los forenses tomaron muestras para identificar el cadáver a través del ADN.

Estas muestras fueron enviadas al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, institución que ha identificado finalmente el cadáver.

El juez de Vitoria se inhibió del caso en favor de la juez de Violencia contra la Mujer de Logroño, que ha interrogado al acusado al menos en dos ocasiones pero el ex policía sigue negando toda relación con la desaparición y muerte de su ex mujer.

La semana pasada el ex policía se declaró en huelga de hambre en la cárcel de Logroño con la intención de proclamar su inocencia, pero el pasado domingo volvió a comer, según fuentes judiciales.