El "Cambio" amenaza con el fin de décadas de liderazgo en el Kurdistán iraquí

  • El "Cambio", como se denomina la principal formación opositora del Kurdistán iraquí, amenaza la hegemonía mantenida durante décadas por los dos grandes partidos kurdos en las elecciones que se celebran hoy en esta región autónoma del norte de Irak.

Marta Rullán

Redacción Internacional, 21 sep.- El "Cambio", como se denomina la principal formación opositora del Kurdistán iraquí, amenaza la hegemonía mantenida durante décadas por los dos grandes partidos kurdos en las elecciones que se celebran hoy en esta región autónoma del norte de Irak.

El Partido Democrático del Kurdistán (PDK), encabezado por el presidente kurdo, Masud Barzani, y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), del jefe del Estado iraquí, Yalal Talabani, han gobernado desde las primeras elecciones democráticas, en 1992, aunque el liderazgo de la tribu Barzani se remonta a los inicios del siglo XX.

La decisión de no presentarse conjuntamente, como sí habían hecho en las dos últimas elecciones, y la pujanza de Gorran (Cambio), una escisión de la UPK liderada por el veterano Nashiruan Mustafa, pueden cambiar el panorama político, en el que también los islamistas tienen algo que decir.

El "Cambio", que aboga por acabar con la corrupción del poder, podría incluso llegar al gobierno con el apoyo de la Unión Islámica y la Liga Islámica del Kurdistán, que en las pasadas elecciones lograron seis y cuatro escaños, respectivamente.

El partido de Mustafa, antigua mano derecha de Talabani desde la juventud de ambos como guerrilleros contra el régimen de Sadam Husein, ya sorprendió en 2009, al obtener 25 asientos en su debut electoral frente a los 29 escaños de la UPK y los 30 del PDK.

Aunque es previsible que el PDK mantenga hoy la misma línea, los medios locales consideran más que probable una caída de la UPK, que comparte feudo con el "Cambio" en Suleimaniya y que se presenta mermada por la ausencia de Talabani, hospitalizado en Alemania desde hace meses tras sufrir un ataque cerebral.

La imagen de Talabani, de 86 años, ha centrado la campaña electoral de la UPK, que tiene problemas para encontrar un sucesor con el carisma de esta figura del nacionalismo kurdo, bregado contra Sadam.

Los más jóvenes, nacidos después de 1991, cuando el Kurdistán comenzó su camino hacia la democracia como una zona autónoma, no conocieron la dictadura de Sadam, pero sí viven el paro, la falta de servicios básicos o la represión policial en las manifestaciones y aparecen como potenciales votantes del "Cambio".

En cualquier caso, ningún partido parece capaz de superar el 50 por ciento de los votos y será fundamental la participación de los votantes, que se espera muy alta, dado el interés que han concitado los comicios entre una población poco acostumbrada a votar.

La afluencia a los centros de votación está siendo buena, según los medios locales, aunque seis horas después de la apertura no se han ofrecido datos concretos. La única cifra se remonta al pasado jueves, cuando votaron militares, policías y otros funcionarios del Ministerio del Interior, con un 93,9 por ciento de participación.

Dadas las acusaciones de fraude anteriores, 3.119 observadores controlarán los comicios, en los que unos 2,8 millones de kurdos están llamados a votar en los colegios electorales que se han dispuesto en las tres provincias kurdas: Erbil, Suleimaniya y Dohuk. Se espera que los resultados se conozcan en los próximos días.

En total se han presentado 1.129 candidatos -incluidas 166 mujeres- pertenecientes a 37 formaciones políticas para formar parte del Parlamento, once de cuyos asientos están destinados a las minorías étnicas, como turcomanos, asirios y armenios.

La actual Constitución iraquí, aprobada en octubre de 2005, define Irak como un Estado federal y reconoce al Gobierno Regional del Kurdistán y a la Asamblea Nacional del Kurdistán.

Esta región autónoma mantiene relaciones tensas con el Gobierno central de Bagdad ya que hay una serie de zonas cuya soberanía se disputan, entre ellas algunas ricas en petróleo como Kirkuk.

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