El canciller hondureño rechaza la intervención de la OEA y de la comunidad internacional

  • Tegucigalpa.- El canciller de Honduras, Carlos López, afirmó hoy que ni la OEA ni la comunidad internacional deben intervenir en la crisis política del país, que ha dado un giro por el inesperado regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya.

Desalojan con gases y balas de goma a los seguidores de Zelaya ante la embajada de Brasil
Desalojan con gases y balas de goma a los seguidores de Zelaya ante la embajada de Brasil

Tegucigalpa.- El canciller de Honduras, Carlos López, afirmó hoy que ni la OEA ni la comunidad internacional deben intervenir en la crisis política del país, que ha dado un giro por el inesperado regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya.

"No es un problema que amenace la paz y la seguridad internacionales; en consecuencia, no tiene por qué intervenir la OEA (Organización de Estados Americanos); es un problema interno, entonces no debe intervenir la comunidad internacional", dijo López.

En declaraciones a la prensa, el ministro de Relaciones Exteriores insistió en que "es un problema interno que debe resolverse de acuerdo a la jurisdicción y las leyes hondureñas".

La OEA, apuntó, no debería intervenir "no siendo parte" Honduras de ese organismo, del que el Gobierno de facto que preside Roberto Micheletti se retiró el 3 de julio, un día antes de que su Asamblea General suspendiera al país como miembro por no restituir en el poder a Zelaya, derrocado por los militares el 28 de junio.

"Estamos fuera de la OEA desde hace varios meses; en consecuencia, el contacto es muy, muy limitado, a veces periférico, con personas amigas, pero no tenemos un diálogo directo" con el organismo continental, refirió el canciller hondureño.

Recordó que el Gobierno de Micheletti protestó ayer ante Brasil por albergar en su embajada en Tegucigalpa a Zelaya, después de su sorpresiva entrada a territorio hondureño.

"El Gobierno de Brasil tiene una responsabilidad en cuanto a la paz social en Honduras", dijo López.

Precisó que en la nota de protesta se advirtió que "el que se utilice la representación de ellos en Tegucigalpa puede conducir a que haya desorden público, violencia, daños materiales e inclusive daños a las personas, y que eso sería responsabilidad del Gobierno de Brasil".

La Policía hondureña, apoyada por militares, desalojó hoy con gases lacrimógenos y balas de goma a los seguidores de Zelaya que se encontraban desde ayer en los alrededores de la embajada.

El Gobierno de Micheletti, que mantiene desde el lunes el toque de queda en todo el territorio hondureño, sostiene que Zelaya no sufrió un golpe de Estado, sino que los militares lo detuvieron y expulsaron del país por un mandato judicial, que no puede volver a ocupar la Presidencia y debe someterse a la justicia local, que lo acusa de varios delitos.

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