El caso Cassez enturbia las relaciones entre México y Francia

  • Las relaciones entre México y Francia se han visto dañadas en los últimos seis años a causa de la disputa que mantienen por Florence Cassez, una francesa condenada en México a 60 años de prisión por secuestro y otros delitos.

México, 21 mar.- Las relaciones entre México y Francia se han visto dañadas en los últimos seis años a causa de la disputa que mantienen por Florence Cassez, una francesa condenada en México a 60 años de prisión por secuestro y otros delitos.

Para las autoridades mexicanas, Cassez es un ejemplo del éxito del Gobierno encabezado por el presidente Felipe Calderón en la lucha contra el crimen organizado, mientras que el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, la ha convertido en una muestra de su compromiso con sus compatriotas encarcelados en el extranjero.

Nacida el 17 de noviembre de 1974 en Lille, norte de Francia, Cassez llegó en marzo de 2003 a México, donde vivía su hermano Sébastien y para quien comenzó a trabajar en su empresa.

Posteriormente, Cassez dejó esa compañía, por conflictos con su cuñada, y comenzó a trabajar en el despacho de un arquitecto de interiores.

Fue en esa época cuando conoció a Israel Vallarta, presunto jefe de la banda de secuestradores Los Zodíaco, que está preso a la espera de que se emita una sentencia.

Cassez regresó a Francia a mediados de 2005 y, después de dos meses allí, volvió a México en septiembre de 2005 y comenzó a trabajar en un hotel.

La francesa fue arrestada el 8 de diciembre de 2005 en el estado de Morelos junto a Vallarta, y llevada a un rancho propiedad de éste a fin de que participara en un montaje televisivo preparado por las autoridades.

El montaje, realizado al día siguiente, simuló una operación en vivo en la cual la Policía mexicana arrestaba a Cassez y a su novio.

Condenada en primera instancia a 96 años de cárcel por su presunta participación en las actividades de la banda, la pena de la francesa fue reducida a 60 años en marzo de 2010.

Además de su responsabilidad por tres secuestros, su condena incluye el cargo de delincuencia organizada y posesión ilegal de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

Actualmente está recluida en un penal de la localidad de Tepepan, al sur de la capital mexicana.

La tormenta diplomática en torno al caso se desató en febrero de 2011, cuando Sarkozy describió a Cassez como una víctima inocente del sistema judicial mexicano y demandó que la prisionera fuera trasladada a Francia por razones humanitarias.

Al respecto, Calderón declaró que México no se doblegará ante las presiones "totalmente arbitrarias e indignas" para entregar a la prisionera por "caprichos de personas o grupos".

El mandatario mexicano afirmó que en este caso no se trata de una "madre superiora" ni de una víctima, sino de "una secuestradora, una mujer que formaba parte de una peligrosísima banda de delincuentes dedicados a secuestrar mexicanos, que mutilaban a sus víctimas, que amenazaban a sus familias".

La controversia subió de tono cuando Sarkozy anunció que el Año de México en Francia, destinado a celebrar durante 2011 la cultura mexicana en el país europeo, estaría dedicado a Cassez, lo que provocó que México boicoteara los aproximadamente 350 eventos programados en el festival.

El escritor mexicano Carlos Fuentes criticó el 5 de mayo del año pasado en París lo que calificó de "error garrafal" de Sarkozy al "confundir un asunto jurídico y penal con uno cultural" en alusión al Año de México, que fue finalmente cancelado.

Fuentes declaró que Sarkozy es un presidente que "no está a la altura de Francia", y dijo creer que las relaciones entre ambos países se normalizarán en 2012, "cuando se vaya" el jefe del Estado francés.

El caso recobró actualidad cuando el magistrado Arturo Zaldívar, de la Suprema Corte de Justicia de México, planteó recientemente la liberación inmediata de Cassez, argumentando que el "montaje mediático" orquestado por las autoridades vulneró el derecho de la detenida a la presunción de inocencia y a una inmediata asistencia consular.

El juez, además, lamentó que la francesa no hubiera recibido asistencia consular inmediatamente después de su detención, como marca la ley.

Zaldívar, presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte, llevó hoy la iniciativa a consideración de los otros cuatro miembros del panel, que podrán apoyarla o rechazarla, posponer la votación respectiva o remitir el asunto al pleno del máximo tribunal, integrado por 11 magistrados.

Ante el inminente análisis del caso en la Suprema Corte, Calderón pidió el lunes al Poder Judicial que "la interpretación de la ley no sea una rendija por donde escape, nuevamente, la impunidad".

A su vez, Sarkozy bajó notablemente el tono de sus expresiones al manifestar en días recientes su confianza "en la Justicia mexicana", absteniéndose de emitir más comentarios "para no influir en el proceso".

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