El censo de la población divide a la clase política Mauritana

  • El censo de población mauritano divide a la clase política en el país, sobre todo después de la muerte, el pasado martes, de dos personas en unas manifestaciones contra este registro que algunos consideran de "racista" hacia los mauritanos de raza negra.

Maaruf Uld Udaa

Nuakchot, 28 sep - El censo de población mauritano divide a la clase política en el país, sobre todo después de la muerte, el pasado martes, de dos personas en unas manifestaciones contra este registro que algunos consideran de "racista" hacia los mauritanos de raza negra.

La posición más clara políticamente es la de la Alianza por la Justicia y la Democracia/Movimiento de Renovación (AJD/MR), que defiende los derechos de los negros mauritanos, y que está dirigido por Ibrahim Moctar Sarr, un antiguo candidato a la presidencia de la República.

En unas declaraciones realizadas hoy en Nuakchot, este partido anunció que suspende su apoyo a la mayoría parlamentaria tras la muerte de los manifestantes ayer en Maghama, a 570 kilómetros al sur de Nuakchot.

La decisión no deja de ser un gesto simbólico, ya que el AJD/MR no cuenta con diputados en la Asamblea Nacional (Cámara baja del Parlamento).

Sarr condenó "con gran firmeza este crimen odioso" que causó la muerte de dos manifestantes tras ser disparados por las fuerzas del orden cuando se manifestaban contra la confección de un censo de población que consideran racista.

Además, el dirigente del AJD/MR responsabilizó al gobierno de lo ocurrido y exigió "un juicio rápido y una pena dura a los autores de los disparos contra los manifestantes, así como por los que les dieron la orden de disparar".

Por su parte, el partido islamista Tawasul pidió que se suspenda el censo, que comenzó el pasado mes de mayo, y que calificó de "racista", y pidió que sea reorganizado sobre unas bases transparentes.

La misma posición fue compartida por prácticamente la totalidad de los partidos de la oposición, en un país que cuenta con tres millones de habitantes, entre ellos árabes-bereberes (comunidad "haratine", descendientes de esclavos) y negros de las etnias pullar, soninké y wolof.

Por otro lado, los partidos de mayoría presidencial pidieron al gobierno "tomar las medidas necesarias que conduzcan a la paz y a la tranquilidad".

A través de un comunicado, estos partidos llamaron a la población de las zonas implicadas a expresar sus puntos de vista en el marco de las leyes y reglamentos, pero ignoraron totalmente las controversias originadas por el censo.

La posición del gobierno es clara, y el ministro del Interior, Mohamed Uld Boilil declaró ayer que el censo continuará ya que es "una operación estratégica para el futuro del país".

Boilil aseguró que "el Estado tomará las medidas y el tiempo necesario para permitir a todos los mauritanos disponer de documentos seguros".

Mientras, en las zonas en las que hubo manifestaciones más intensas, como en Kaedi, a 320 kilómetros al sur de la capital, y en Maghama, a 570 kilómetros al sur de Nuakchot, la situación está tranquila.

"Los comercios han comenzado a abrirse de forma progresiva", dijo a Efe Dia Mamadu Ali, portavoz del movimiento "No toques mi nacionalidad" en Kaedi, y que desde hace 11 días organiza las manifestaciones contra un censo que, según ellos, excluye a través de trámites complicados a un gran número de negros mauritanos.

Sin embargo, para Dia está tranquilidad puede durar poco si los 26 jóvenes de raza negra que fueron detenidos durante las manifestaciones no son liberados. Veinte personas fueron puestas en libertad el martes.

Además, Wane Abdul Birane, coordinador del citado movimiento, indicó a Efe que una nueva manifestación de apoyo a los detenidos y contra el censo está convocado para mañana, jueves, en Nuakchot.

Mostrar comentarios